Klga. Bárbara Benavides Arias
Secretaria de Estudios de Kinesiología
Universidad San Sebastián, Sede de la Patagonia.
En conmemoración de la publicación de la Ley de Colegios Profesionales en 1969, cada 06 de mayo se celebra el día del kinesiólogo, aunque su historia se remonta aún más en el pasado, al alero de la Educación Física. Aunque primero fue considerada como asignatura, y luego como un curso de perfeccionamiento conducente a una especialidad, la carrera de kinesiología se abre a la vida universitaria en 1956, ofreciendo planes y programas de asignaturas totalmente independientes, que permitían optar al título profesional de kinesiólogo.
Desde su génesis, la profesión ha tenido que sobrepasar dificultades; desde su autonomía como carrera en años pasados, hasta mantener o mejorar sus indicadores de empleabilidad para los nuevos egresados que, en la actualidad, debido a la alta oferta de la carrera en las universidades chilenas y la baja demanda de los sectores públicos como privados, dejan pocas oportunidades de desarrollo a los nuevos profesionales.
Antes de la década de los 90’ la principal causa de muerte en la población pediátrica chilena era la neumonía. La creación e instauración del Programa IRA (Infección Respiratoria Aguda), a nivel de la atención de salud primaria, generó un paulatino descenso en la mortalidad infantil tardía; sin embargo, la inclusión de kinesiólogos en las Campañas de Invierno desde el año 1994, fue el factor trascendental que, en forma significativa, permitió disminuir la mortalidad por IRA en Chile, lo que posicionó a nuestra profesión en un estatus laboral favorable en ese periodo.
No obstante, el panorama laboral actual es bastante distinto debido, principalmente, a las pocas políticas sanitarias de nuestro país orientadas a la rehabilitación de los pacientes, como también a la ardua batalla para su incorporación en el Código Sanitario y su rol como profesional dentro del equipo de salud, en consideración al aporte que hace la kinesiología en beneficio de los pacientes y la sociedad en su conjunto.
Hoy, en tiempos de contingencia sanitaria, nuestra profesión vuelve a cobrar un rol importante en la salud de los chilenos y principalmente en el manejo y recuperación de las personas contagiadas con COVID-19.
El Kinesiólogo especializado en unidades de pacientes críticos y cuidados respiratorios son un aporte fundamental para contribuir al restablecimiento de la función pulmonar de las personas, ocupándose de la aplicación de terapias respiratorias, manejo de los ventiladores mecánicos y la recuperación física en general, que evitan las complicaciones del reposo prolongado. Del mismo modo, se preparan para enfrentar los inminentes desafíos que la pandemia trae y las consecuencias en la salud de la población.
Estos importantes hitos en la historia de la kinesiología, debemos hacerla presente y comenzar a construir y gestionar nuestro futuro.