Edison Pacheco
Académico de Kinesiología, Universidad San Sebastián
A medida que se desarrolla la pandemia del COVID-19 en Chile, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en solicitar a las personas sanas que se queden en casa en “auto cuarentena”, para limitar la expansión de esta enfermedad.
A pesar de esta situación genera complicaciones en nuestra vida diaria, por otro ofrece algunas interesantes oportunidades.
Si bien son conocidos los múltiples beneficios que reporta la actividad física, tanto en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles y en la salud mental de quienes lo practican con regularidad. En ocasiones, debido al ajetreado mundo en el que vivimos, no existe tiempo o energía para su implementación. Es por esta razón que la contingencia nacional, nos ofrece la oportunidad de hacer algo al respecto.
Es bien sabido que el comportamiento sedentario y los bajos niveles de actividad física pueden tener efectos negativos en la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas. En ese sentido, la auto cuarentena se presenta como un estrés adicional, que promueve comportamientos sedentarios. Por lo tanto, resulta muy importante llevar a cabo medidas que modifiquen esta situación.
El ejercicio tiene diversos beneficios. Entre estos, potencia la función del sistema inmunológico.
Existe una amplia literatura que respalda el hecho de que individuos que participan en actividades físicas regulares, tienen una menor incidencia de infecciones en comparación con los individuos inactivos y sedentarios.
Además, ayuda a disminuir el estrés. Al realizar ejercicio, nuestro cerebro produce endorfinas, las que funcionan como "analgésicos" naturales que afectan directamente nuestro estado de ánimo, nos relajan y ponen de buen
humor. De manera simultánea, se disminuyen significativamente los niveles de cortisol (hormona del estrés), lo que afecta positivamente nuestra calidad de vida. Al parecer, estas respuestas son mucho mayores, si el ejercicio es realizado a primera hora de la mañana.
Cada vez que realizamos actividad física, consumimos energía proveniente de nuestros alimentos. Es por este motivo que, si mantenemos un nivel de actividad física que se encuentre en equilibrio con las calorías consumidas durante el día, en la mayoría de los casos, el peso corporal se mantendrá estable.
El ejercicio ayuda a dormir mejor, lo que está respaldado por numerosas investigaciones que afirman que la actividad física puede combatir el insomnio y producir un sueño más largo y reparador.