Carolina Fonseca
Directora de Arquitectura.
Universidad San Sebastián - Sede De la Patagonia.
Las intervenciones en el espacio público son susceptibles de críticas. Los habitantes de la ciudad suelen recibir con alegría o descontento las intervenciones, por lo que las mejoras en el espacio público demandan participación ciudadana. Hoy en la ciudad de Puerto Montt los paraderos de autobuses del Proyecto Parque Costanera, que se logran entrever entre las barreras de protección de la obra en curso, son sujeto de polémica.
El equipamiento urbano suele ser estandarizado, procura mantener un orden en la imagen de la ciudad, pero esto no debe ser una regla por seguir. Los paraderos del Parque Costanera, aunque tienen características que podrían ser distintos o mejorarse, hoy podrían ser una oportunidad, ya que su diseño responde a variables que evidentemente brindarán un espacio iluminado para la espera, haciéndola más segura. A este diseño pueden incorporarse elementos que mejoren su funcionamiento; sin embargo, la realidad del espacio urbano de Puerto Montt lleva a pensar que estas incorporaciones podrían ser un fracaso, dado el vandalismo recurrente sobre los elementos del espacio público, que parece de todos y a veces se siente de nadie.
Es indispensable repensar en cómo se interviene el espacio público en nuestras ciudades. Contrario a lo solemos hacer, muchos países hoy no hacen uso de paraderos a pesar de las condiciones climáticas adversas. Han optado por la limpieza visual del espacio público. Estos cambios, valorados como positivos por la ciudadanía, son respuestas de diseño a través del urbanismo táctico, siendo destacables los realizados en Logroño con su plan Calles Abiertas, Milán con su proyecto Piazze Aperte y Pontevedra que recibió el Premio Hábitat de Naciones Unidas.
Resulta interesante estudiar referentes a nivel mundial en donde los paraderos de autobuses son tan diversos como los lugares. Un par de ejemplos son la experiencia de la ciudad de Kumbach en Australia, un proyecto de siete paraderos icónicos, y la experiencia lúdica propuesta por el paradero de Arquiurbano Taller en Río Negro, Colombia.
La calidad del espacio público es multifactorial. El buen espacio público será aquel que permita la apropiación ciudadana, provea servicios adecuados, genere identidad y brinde oportunidades de uso universal. El mayor reto para el diseño en la ciudad es favorecer experiencias urbanas que respeten al ser humano y al ambiente con una mirada integral para que en su mayoría sean buenas interacciones entre este y los espacios que habita.