Dra. Alejandra Aguilera
Directora de Bachillerato en Ciencias de la Salud
Universidad San Sebastián sede De la Patagonia
Estamos en Semana Santa y en varios medios de comunicación se ha difundido el impacto de la marea roja y el caso lamentable de intoxicación sucedido en Calbuco resultando fallecido un infante.
Marea roja es un término operativo usado para identificar un evento biológico que se caracteriza por el aumento en la concentración de células de Alexandrium Catenella, agente biológico productor de un grupo de toxinas paralizantes conocido como Veneno Paralizante de Mariscos (VPM).
Ante un evento de marea roja, se encienden las alarmas, las autoridades de salud pública, los pescadores artesanales, los vendedores de mariscos y, en general, la gente que vive de este recurso sabe que se verán afectados de una u otra forma. Se activan fiscalizaciones en tierra y mar, monitoreos en agua y mariscos, entre otras medidas, también se genera confusión en la población sobre la seguridad en el consumo de mariscos.
En el caso de la intoxicación en Calbuco, la posible presencia de marea roja en la zona alarmó a la población, sin embargo, más tarde se aclaró que los mariscos provenían de una zona con prohibición de extracción de la Región de Aysén, revelando, además, malas prácticas de algunos actores asociados a la actividad de extracción. Lo anterior, son factores que generan desinformación y molestias en la población.
La marea roja es un tema muy relevante en el sur de Chile, incluida nuestra Región, porque afecta a la salud humana, a las actividades productivas y al comercio involucrado, incluyendo pequeños productores. Sin embargo, a pesar de esto, hay desconocimiento del tema, no se aborda en colegios, universidades y público en general. Es inconcebible que en el Siglo 21 aun siga muriendo gente a causa de intoxicaciones por marea roja y que la población continúe comprando en lugares no autorizados desconociendo el lugar de procedencia de los productos.
El llamado es a informarse, considerar a la marea roja como un problema se salud pública que puede causar la muerte, ser consumidores responsables y denunciar las malas prácticas. Hago también un llamado a los académicos e investigadores que trabajamos en el tema, no dejemos de transmitir nuestros conocimientos a la población general, de manera contundente y fácil de entender, no tan solo en época de Semana Santa, sino de manera regular y sistemática.