- Chile sube dos puestos respecto del índice 2019, pero con el mismo puntaje. Esta alza deriva de bajas en la evaluación de países como Estados Unidos, entre otras causas.
En ese sentido, explicó la cientista política “tenemos un buen desempeño entre un grupo en el que no están los mejores en estas materias, y parte de este resultado tiene que ver con la caída que han tenido otros países, como es el caso de Estados Unidos”. Es decir, “el avance apunta en alguna medida a que nos vemos beneficiados por el peor desempeño de otros. Chile se mantiene con una puntuación hace varios años.”
Nuestro país ha registrado en las últimas cuatro mediciones de Transparencia Internacional 67 puntos de un total de 100, tras una caída en 2014, año en que obtuvo 73 puntos. “Se ha vio una baja en la década pasada de la cual no nos hemos recuperado y nos estamos manteniendo en esos niveles”, dijo la titular del CPLT.
Este estancamiento podría responder, a juicio de la representante del Consejo, a los nuevos casos de corrupción que han surgido en los últimos años y que afectaron a instituciones que antes parecían muy alejadas de este flagelo, pero, en contraposición, a una buena evaluación de las medidas que se han ido implementando para que estas situaciones no vuelvan a producirse o se identifiquen con mayor rapidez y eficiencia.
“El país no ha logrado remontar la crisis de confianza que hemos identificado desde hace varios años en nuestro Estudio Nacional de Transparencia tras escándalos que hemos ido descubriendo en diversas instituciones y con cifras muy elevadas –Carabineros, financiamiento de la política, Ejército, ahora a nivel local-", dijo de la Fuente.
Pero para la titular del CPLT es claro que hay que mantenerse en guardia y perseverar. "No debemos nunca bajar los brazos, la corrupción es siempre una amenaza cuyo antídoto es un sistema robusto en materia de transparencia y probidad”. “Por ello, hay que destacar las acciones que han surgido en Chile para combatirla e ir poniendo freno a estas situaciones, por ejemplo en materia legislativa, no obstante debemos cambiar la percepción ciudadana con acciones más audaces pro transparencia y anticorrupción ”, afirmó.
Respecto de las acciones en el ámbito normativo subrayó que “La Ley de Transparencia 2.0, en tramitación, incorpora cambios que nos ayudan a favorecer acciones anticorrupción, desde prevenir situaciones o develarlas o el aumento de penas ante corrupción. El que haya una percepción de corrupción alta responde, también, a que tenemos herramientas y más información que nos está permitiendo hacernos cargo de estas situaciones y castigarlas cuando ocurren”.
En pandemia hay que mantenerse aún más alerta
Para Gloria de la Fuente estas cifras sólo pueden hacer persistir a instituciones y a diversidad de actores a seguir trabajando por reforzar las iniciativas anticorrupción. “Estamos ante un fenómeno que no va a desaparecer, por lo que tenemos que persistir en su combate generando acciones que impidan generar espacios de opacidad que se utilicen para cometer abusos”.
“Es necesario que Chile se mantenga en guardia en materia de corrupción, en particular en un contexto en el que se están utilizando grandes cantidades de dinero para poder combatir los efectos sanitarios, económicos y sociales del Covid-19”, enfatizó.