Por Guillermo Fuentes Contreras
Director Ingeniería en Administración de Empresas UCEN
El aumento de la tasa de interés del Banco Central tendrá un fuerte impacto en el endeudamiento de las empresas y las personas. La clase media y los sectores vulnerables están sumergidos en esta espiral y aunque las últimas cifras señalan que producto de las ayudas fiscales, la deuda ha disminuido, estos apoyos se irán terminando y los chilenos tendrán que buscar alternativas de financiamiento para cubrir sus gastos. Es decir, el veranito de San Juan iría en retirada.
Por su parte, las Pymes necesitan flujo de caja y capital de trabajo para levantar sus negocios, por lo cual el financiamiento es una medida que contribuiría mucho en ese sentido y ante la cual el sector bancario puede aportar a espacios de solución real, pero con tasas de interés adecuadas y razonables.
La banca, ¿debería aplicar intereses de acuerdo con el marco legal -como la tasa máxima convencional- que resulta en tasas muy elevadas? o ¿debería actuar desde la ética, empatizando con la gente y cobrando intereses de acuerdo con los tiempos que vivimos?
En tanto, el retail con sus ofertas de crédito fácil, de avances en efectivo, han endeudado a gran parte de la población, con tasas leoninas que encarecen el costo del crédito de aquellas familias que no tienen otra alternativa de solicitud de préstamos.
Hoy la banca y el retail deberían empatizar con aquellos que han endeudado, entregar soluciones concretas e inmediatas que beneficien a sus clientes y dar una luz de esperanza. Bajar el costo de la deuda a través de una rebaja en la tasa de interés puede ser una señal para demostrar que la rentabilidad moral, también cuenta.