En el contexto de esta Teletón 2023, es inevitable no hacer ver la increíble deuda que todavía existe en nuestro país con la discapacidad, en los ámbitos de transporte público, infraestructura urbana y cultura.
Sin ir más lejos, actualmente apenas un 1% de los microbuses que circulan en Puerto Montt aproximadamente, poseen rampas o elevadores para personas con movilidad reducida, lo que prácticamente es un saludo a la bandera en materia de inclusión de la que tanto se habla hoy en día. En comunas vecinas: 0%.
Y en infraestructura urbana no es muy diferente la situación, con las rampas de variados lugares con inclinaciones irrisorias, o múltiples veredas en varias comunas de nuestra región que ya no dan más de la erosión y dificultan el andar de quienes a más les cuesta movilizarse.
Son muchos los discursos y poco lo que se ve plasmado en la realidad: falta mejor planificación urbana, faltan más proyectos de restauración de veredas, falta una real política de transporte público que obligue a nivel nacional que el estándar de bus posea rampa o elevador y un espacio para estar en silla de ruedas (algo que sólo Santiago parece poder gozar en plenitud), y por sobretodo, falta un beneficio de tarifa rebajada concreto para personas con discapacidad, al igual que los adultos mayores y estudiantes, considerando que hoy, las personas con discapacidad para no extrañar en este país, reciben pensiones de hambre y no son beneficiarias de la Pensión Garantizada Universal.
En el tema cultural la deuda igual es tremenda: Las personas usuarias de sillas de ruedas, muletas, burritos, entre otros, viven todos los días con el pensamiento de “¿cómo lo haré para ir al centro?”. En muchos casos, colectiveros pasan de largo por no querer ayudarles a subir la silla de ruedas al colectivo, lo que no es más que una gran falta de respeto y discriminación, que los padres con niños pequeños usuarios de silla de ruedas igual han vivido, quedando con mucha pena porque discriminan a sus hijos. Algunos microbuseros hacen lo mismo o tratan de manera despectiva a los usuarios de sillas de ruedas, tratándolos de "cachos". Pero no todo es conductores, ya que el tema de ceder el asiento no se queda atrás, algunos se hacen los dormidos y otros por flojera no lo ceden, cuando el letrero dice "exclusivo para personas con discapacidad". Falta conciencia.
En resumen la Teletón hoy cumple 45 años y es poco lo que hemos avanzado en la práctica. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?, ¿tendremos que esperar otros 45 años?
Jordi Valenzuela Muñoz
Presidente de la Agrupación de usuarios del transporte público de la Provincia de Llanquihue
Ismael Cardemil Albornoz
Socio de la Agrupación de usuarios del transporte público de la Provincia de Llanquihue y persona con discapacidad