- Más conocido como Egaña 60, por su dirección, fue el principal centro de interrogación y tortura de hombres y mujeres de las provincias de Llanquihue, Chiloé y Palena, y funcionó mayoritariamente entre 1973 y 1975.
La solicitud fue presentada en febrero de 2020 por la Corporación Egaña 60, con apoyo de decenas de organizaciones sociales, respecto de este bien fiscal que fue entregado en comodato a la Corporación en 2017, después de haber albergado a la Prefectura de la Policía de Investigaciones. Hoy allí se realizan romerías, visitas guiadas, actividades culturales y actos conmemorativos.
El lugar se constituyó como el principal centro de interrogación y tortura de hombres y mujeres de las provincias de Llanquihue, Chiloé y Palena, y funcionó mayoritariamente entre 1973 y 1975. La Comisión Rettig tomó conocimiento de 128 casos de violaciones a los derechos humanos en la Región. Las víctimas fueron en su mayoría dirigentes campesinos, políticos o sociales. Además, las violaciones a los derechos humanos cometidas dentro de Egaña 60 fueron consignadas en el Informe Valech, donde se menciona que pasaron por el recinto hombres y mujeres quienes eran mantenidos en el subterráneo, sin luz y hacinados. Tampoco recibieron alimentación o agua y estuvieron sometidos a diversos tipos de torturas. Además, constan 9 causas judiciales relacionadas al sitio.
Los consejeros destacaron los valores históricos, y los fundamentos de memoria y derechos humanos del recinto. Entre ellos, el que su emplazamiento dentro del trazado histórico de Puerto Montt, con un edificio que reflejaba la funcionalidad que se buscaba con la arquitectura de los 60 para inmuebles policiales, permitió que los organismos de inteligencia proyectaran una imagen de amedrentamiento e impunidad al conjunto de la población civil. Asimismo, es un símbolo de lucha contra el olvido, la impunidad y la recuperación de la memoria histórica de las violaciones a los derechos humanos en la región de Los Lagos, al alero de la Corporación Egaña 60. El sitio es, por tanto, un reflejo de la historia reciente del país y de la memoria de las víctimas de la represión política de Estado. Su preservación en el tiempo será una contribución a la protección, promoción y educación de los derechos humanos.
El presidente de la Corporación Egaña 60, René Droppelmann, quien permaneció detenido por casi tres meses en el subterráneo del recinto, informado de la decisión del CMN, y valoró y agradeció el acuerdo de los consejeros. “Lo importante es que las futuras generaciones, la juventud sobre todo, tengan información de lo que sucedió hace 50 años. Cuando a nosotros nos pasó, no sabíamos lo que era un golpe de Estado ni lo que nos iba a pasar. Si nuestros jóvenes se informan, tendrán conciencia. Agradezco las gestiones y la voluntad política de este gobierno para acelerar las gestiones y arribar a esta noticia que valoramos mucho, porque nos permitirá avanzar en la recuperación del edificio”, dijo.
La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Cristina Añasco, junto con destacar el anuncio adelantó que “para hacer efectiva la puesta en valor y conservación de este espacio de memoria es que nos comprometemos a trabajar y a acompañar a las organizaciones que hicieron esta solicitud de declaratoria para avanzar en conjunto en los proyectos pendientes de restauración y salvaguarda”.
Y es que existe una iniciativa de rehabilitación del inmueble en cuya concepción han participado distintas instancias del Estado y cuya coordinación estará en manos de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Al ser declarado Monumento Nacional podrá recurrir a fondos patrimoniales, como el programa de Puesta en Valor del Patrimonio, algo relevante y urgente pues el inmueble se encuentra vandalizado y desocupado, lo que generaría una oportunidad de recuperación y puesta en valor del edificio y su entorno urbano en una zona degradada de la ciudad.
El secretario técnico del CMN, Erwin Brevis, explicó que el proceso que se ha llevado a cabo para la declaratoria de Egaña 60 como Sitio de Memoria responde a un esfuerzo mancomunado de instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil, agrupaciones de víctimas y sus familias. “Esta decisión del Consejo de alguna manera descentraliza la protección de la memoria y los derechos humanos, generando así un enclave en el sur de Chile que permite dimensionar cómo se vivió la represión militar de esa época oscura y trágica en todo el país, no solo en norte y centro de Chile, donde se concentran los sitios de memoria reconocidos por el Estado”, destacó.
Respecto de los atributos de Egaña 60, conocidos gracias al testimonio de las víctimas, se reconoce en el piso zócalo la celda grupal conocida como “La Patilla”, las seis celdas individuales, el baño, las circulaciones, las dos escaleras que conectan con el primer piso; las bodegas y oficinas adyacentes. En el caso de las celdas, sus muros tienen relevancia al mantener inscripciones y rayados de los detenidos. Lo mismo ocurre en los pisos 1 y 2, ocupados por las oficinas del aparato represivo, y el estacionamiento cubierto y acceso a calabozos, en el piso nivel calle, por donde ingresaban -vendados- los detenidos.