martes, septiembre 14, 2021

Mattheínos profundizaron en el manejo del ataque del cancro europeo en el manzano

  • Estudiantes del Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei participaron en actividad práctica en la Unidad Didáctica Hortofrutícola del establecimiento y realizaron monitoreo de cancro en árboles.
Osorno, septiembre de 2021.- Siendo Chile uno de los países de América del Sur más afectados por el Cancro o Chancro del manzano, enfermedad producida por el hongo Nectria Galligena, frecuente en huertos de frutales de pomáceas de la zona sur de nuestro país, se hace necesario conocer a qué se debe su aparición para lograr manejar su ataque especialmente en esta época del año.

El Cangro europeo, -explicó el Ingeniero Agrónomo y docente del Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei (IPAAM), Alejandro Ñirril-, aparece en plantaciones poco cuidadas, atacando las partes leñosas del manzano, principalmente las ramas. En casos extremos se puede observar en perales y membrilleros. Ingresa al árbol por medio de heridas de ramas como de hojas produciendo depresiones de distinto tamaño que dejan parte de la madera expuesta, impidiendo la circulación de savia, lo que lleva a la muerte de la porción superior de la rama afectada. “En casos muy severos se compromete la vida del árbol, que se puede condicionar a la resistencia o susceptibilidad del árbol a las condiciones ambientales. Sobre este punto, se ha podido observar en forma preliminar que la variedad Granny Smith tiende a tener una susceptibilidad mayor (causando la muerte del árbol) en comparación a variedades más resistentes como Limona y Fierro”, indicó el profesional.

Respecto a la entrada del patógeno a la planta, Ñirril explicó que se produce por heridas producidas al momento de la poda o trasplante. “La incubación del hongo puede tomar un par de horas, y hasta que aparezcan los primeros indicios de la enfermedad pueden trascurrir unos cuantos meses o hasta un par de años”, dijo.

Con respecto al desarrollo de la enfermedad, señaló que ésta se favorece con las primeras lluvias de la temporada invernal cuando la temperatura ambiental bordea los 14° C; donde el hongo fructifica produciendo manchas de tono rojizo, en las que se puede observar con ayuda de una lupa, los cuerpos frutales o peritecios del hongo que maduran en invierno y primavera. Así lo apreciaron estudiantes de Ingeniería de Ejecución en Agronomía del IPAAM que este semestre cursan el módulo “Práctica IV Producción Hortofrutícola”, quienes recientemente realizaron monitoreo de cancro en árboles de la Unidad Didáctica Hortofrutícola del Instituto. En la ocasión, Ñirril mencionó además que, terminada la temporada de lluvias y de baja temperatura, el hongo entra en periodo de latencia hasta el invierno siguiente quedando latente en las ramas y hojas del árbol.

El docente explicó que el hongo depositado en el follaje llega al suelo con la caída de las hojas del otoño y queda en condiciones de ser arrastrado a otros árboles por el salpicado de la lluvia, favoreciendo la infestación de nuevos ejemplares o contaminación de nuevas ramas dentro del mismo árbol.

Respecto a las formas de control, indicó que éstas pasan por un buen manejo agronómico del huerto para evitar el establecimiento del patógeno y una vez establecido en él, se deben aplicar productos en forma curativa para frenar el avance. “Este periodo de control con agroquímicos se inicia desde el inicio de caída de hojas en otoño hasta el inicio de hinchado de yemas a fines de invierno”, puntualizó Alejandro Ñirril.

Como medidas de control en forma preventiva, es importante mantener el huerto limpio, con el pasto corto alrededor del árbol o línea de plantación, recolectar hojas durante el otoño, retirar del huerto los restos de poda, utilizar herramientas en buen estado que tengan un proceso de desinfección y utilizar una pasta cicatrizante (fungicida) cada vez que se realicen cortes en la planta. En caso de existir antecedentes de cancro en el huerto, se recomienda que hojas y ramas sean quemadas para cortar el ciclo del patógeno. El no eliminar los restos contaminados asegura una supervivencia del hongo por unos cuantos años.

Resulta muy efectivo revisar en forma periódica el huerto para detectar la aparición de los primeros síntomas, como también revisar el sector de producción de plantas nuevas para la reposición.