viernes, julio 24, 2020

En pandemia psicólogo entrega recomendaciones frente al estrés infantil


Evitar involucrar a los niños en los problemas de los adultos, es la principal recomendación que entrega el psicólogo del Servicio de Salud Del Reloncaví, Álvaro Barra,

en el contexto de confinamiento donde ha aumentado el tiempo de compartir en familia y se han disminuido los espacios de privacidad.

Las consecuencias de traspasar ansiedad, miedo y estrés a los niños pueden verse reflejadas en el desarrollo emocional, cognitivo y afectivo de los niños, asegura el profesional,

“por eso es importante filtrar la información que vamos a darles, ya sea del coronavirus o de un problema familiar, no es bueno traspasarles los problemas de los adultos porque

ellos no están capacitados aún para resolverlos”.

“Lo mismo ocurre cuando retamos a un niño o lo golpeamos, los adultos no podemos perder el control frente a ellos, debemos auto regularnos, porque podríamos generar un estrés

tóxico”. En relación con esto último el profesional explica que existen tres clases de estrés.

El estrés tolerable, el estrés positivo y el estrés tóxico. El primero de ellos se caracteriza por ser una situación que puede resolverse dentro del grupo familiar, el positivo es cuando el

niño debe estudiar o realizar una tarea, pero el tóxico es cuando un niño se encuentra en un escenario de violencia intrafamiliar o similar, “es donde el niño está en un contexto de vulneración

de derechos”, asegura.

Algunas recomendaciones para detectar estrés en los niños el profesional explica que se pueden observar signos de irritabilidad, cambios de sueño o alimentación, entre otras, pero que lo

fundamental es primero evitar exponerlos a situaciones tóxicas.

Otra recomendación es mejorar la comunicación desarrollando habilidades de negociación para establecer en conjunto rutinas y horarios, podemos hacer un trato con ellos destinando tiempo

para hacer las tareas y luego para jugar o ver una película.

“Una última recomendación es utilizar la creatividad, regresar a los juegos que teníamos antes cuando no existía el celular, es una oportunidad para conocer mejor a nuestros hijos, generar buenas

conversaciones y fortalecer los lazos afectivos con ellos”, finalizó.