martes, abril 14, 2020

Mascarillas: autocuidado y responsabilidad civil


PhD. Q.F Javier Campanini Salinas
Académico Química y Farmacia. U. San Sebastián, Sede de la Patagonia.
Vicepresidente Colegio Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, Los Lagos.


El Ministerio de Salud realizó, recientemente, la recomendación de uso de mascarillas de tela en la población general, para enfrentar el virus COVID-19.

Resulta fundamental la correcta utilización de este insumo tomando tres medidas básicas: primero, una adecuada instalación de las mascarillas cubriendo nariz y boca, utilizando las manos limpias; como segundo cuidado se debe procurar no manipular la mascarilla durante su uso; tercero, se debe eliminar la mascarilla sin tocar la parte centra retirándola desde los sujetadores.

Si no se siguen estás indicaciones, el mal uso de la mascarilla de tela incluso podría aumentar el riesgo de contagio, pues está demostrado que una de las principales vías de transmisión del virus es por el contacto entre las manos y la cara. La utilización de mascarillas genera molestia en el usuario, posibilitando la constante acomodación de este accesorio.

Las mascarillas de uso médico, como mascarillas simples, quirúrgicas o N95, deben ser preferentemente utilizadas por el personal que se desempeña en servicios de salud, quienes tienen el mayor riesgo de contagio. Por tanto, el llamado a la población es no adquirir este tipo de mascarillas por canales informales, para no estimular el comercio ilegal y provocar desabastecimiento en el sistema de salud.

La utilización de las mascarillas de tela necesariamente debe ir acompañada de otras medidas que han demostrado mayor efectividad en la reducción de contagios, como son: el confinamiento, el distanciamiento social, el lavado constante de manos y la desinfección de superficies.

Todas estas precauciones tienen un factor común: la responsabilidad individual. Esta resulta esencial para que en una acción coordinada de la sociedad civil se reduzca la probabilidad de expansión de esta enfermedad.

Cada uno de los ciudadanos de nuestra comunidad tienen el deber de protegerse y proteger su círculo cercano. De acuerdo con esto, se debe evitar aglomeraciones o riesgos innecesarios: postergar trámites, reducir las visitas a supermercados o centros comerciales y no desplazarse entre ciudades; son resguardos que todos podemos y debemos adoptar.

Estas acciones, más el uso de mascarilla, serán las medidas que nos permitirán enfrentar como comunidad la pandemia que nos afecta.