jueves, agosto 02, 2018

Primeros jardines infantiles con «hormigón del futuro» serían realidad en 2019


  • En los próximos meses comenzará licitación para construir cuatro recintos infantiles JUNJI con CLT (madera contralaminada) en Ovalle, Pedro Aguirre Cerda, Constitución y Curicó. Equipo realizador destaca ventajas de seguridad y confort que entregarán estos recintos de mil m2 cada uno.

Para fines de 2019 se prevé que preescolares de cuatro comunas de nuestro país comiencen a vivenciar los beneficios de los primeros jardines infantiles de la JUNJI, construidos con CLT (madera contralaminada), el denominado “hormigón del futuro”.

Seguridad antisísmica, hermeticidad, propiedades únicas de aislación y ventilación, además de confort para sus ocupantes son parte de las propiedades que otorgan las construcciones realizadas en contralaminado, y que, hoy, están próximo a ser realidad gracias al proyecto de “Diseño de jardines de alto desempeño en CLT para JUNJI”.

Se trata de una iniciativa CORFO adjudicada por la empresa JMS Ingenieros Consultores LTDA y Crulamm, pioneros en la introducción de esta nueva tecnología en madera en Chile, quienes en 2015 se adjudicaron la licitación del diseño de cuatro recintos infantiles que se construirán en las comunas de Ovalle, Pedro Aguirre Cerda, Cauquenes y Curicó.

El equipo encargado del proyecto encabezado por el diseñador industrial y gerente de Crulamm, Jorge Calderón; gerente general de JMS, Juan Marcus; y la jefa del equipo de arquitectura del proyecto, Patricia Norambuena; presentó recientemente el trabajo de diseño de estas construcciones en distintas ciudades del país, dando por finalizada la etapa que dará inicio al proceso de licitación de la construcción de estos inéditos recintos escolares.

“La idea de Corfo era introducir cuatro jardines con tecnología de contralaminado como un inicio para promover un nuevo sistema constructivo, en el entendido que se van a construir muchas salas cuna en Chile y esto daría una oportunidad para un nuevo mercado de valor agregado de la madera, de la sustentabilidad y el ahorro energético”, afirma Juan Marcus.

“Pin pin serafín” de Ovalle, “Florecer” de Pedro Aguirre Cerda, “Globito” de Curicó y “Muñequito” de Cauquenes son los nombres que tendrán los primeros jardines Junji en CLT. Con una superficie de 1.000 m2 cada uno, cada establecimiento, tendrá una capacidad para albergar entre 56 y 84 preescolares.

El más grande de estos cuatros centros será el jardín infantil “Globito” que dispondrá de 2 salas cuna con capacidad 20 lactantes c/u; y una sala de 14 lactantes, 3 salas de nivel medio para 28 párvulos cada una, 1 sala multimedia para 20 alumnos, 5 salas de hábitos higiénicos, 2 patios cubiertos, y un sombreadero exterior. La iniciativa tuvo un presupuesto de 191 millones de pesos para el diseño arquitectónico, ingeniería y especialidades.

Jorge Calderón, director ejecutivo del proyecto, destaca que “podemos dar seguridad de que en caso de un evento sísmico, de los más grandes que ha habido en Chile, estos jardines no colapsarán dando protección a los niños. Ante la ocurrencia de un incendio, se han hecho ensayos en distintas instituciones sobre el comportamiento del fuego y ha sido óptimo, entregando mayor seguridad que otros materiales”, precisa.

Patricia Norambuena, profesional que lidera el equipo de arquitectos integrados por María Cecilia Poblete y Fernando Goycoolea, pone de relieve la inclusividad de estos recintos, y recuerda que ya avanzado el proyecto de diseño de estos jardines debieron modificarlo por cambios a la normativa de construcción de jardines infantiles en 2016.

“Tuvimos que modificar sobre la marcha los proyectos -que estaban 100% terminados-, para obtener permisos de edificación. Eso implicó variaciones internas como el cálculo estructural y las instalaciones, porque había que asegurar que la persona con menos capacidad llegara sin obstáculos desde el exterior a la sala de clases y los servicios higiénicos”, comento la arquitecta.

Para el ingeniero y académico del Centro de Innovación en Madera UC, Pablo Guindos, otro aspecto destacable son los beneficios de confort y salud que ofrecerán estas aulas en madera contralaminada a los preescolares.

“La madera acumula mucha menos electricidad estática que el hormigón y el acero, su higroscopicidad ayuda a regular la humedad, y además ofrece una mejor absorción acústica, por ello todos los conservatorios de música incluyen terminaciones de madera. Dadas estas condiciones puede asumirse que las construcciones ofrecerán un clima ideal para actividades de docencia y aspectos pedagógicos”, indica.

Para Juan Marcus, el ingreso del CLT al mercado nacional es lento debido a las barreras culturales que existen sobre el uso de la madera. El profesional dice que en Chile este material está peyorativamente asociado a una segunda vivienda o construcción de emergencia, sin considerar que su rendimiento y duración es mayor que otros materiales.

Pese a este escenario, Jorge Calderón señala que junto al desarrollo de estos jardines infantiles en CLT existen otras iniciativas de construcción estatal que consideran al “hormigón del futuro”.

“Hay zonas cerca de Rancagua y El Maule donde existe intención de construir viviendas de alto estándar con contralaminado. Por otro lado, Mineduc está interesado en explorar esta tecnología de rápida respuesta destacando que este sistema constructivo tiene ventajas en su ejecución que es cuatro veces más veloz que los sistemas tradicionales”, anticipa el director ejecutivo del proyecto.




Qué es un CLT

El CLT (Cross Laminated Timber, en inglés) es un bloque de madera de gran tamaño y bajo peso, que se fabrica industrialmente y que consiste en un conjunto de capas de madera unidas entre sí y dispuestas de forma transversal a 90 grados. Se diferencia de la madera laminada porque en esta última la disposición de capas es longitudinal, es decir todas en el mismo sentido.

Pero además de las propiedades térmicas, antisísmicas y el mejor comportamiento de este material ante una emergencia como un incendio; estos cuatro jardines son inclusivos, diseñados para que preescolares con capacidades distintas no tengan problemas de acceso o movilidad.

Chile al contar con más de 2,4 millones de hectáreas de plantaciones forestales productivas tiene el potencial para sustentar una industria de esta envergadura.