lunes, septiembre 12, 2016

Casa Jardín: Una gran solución para pequeñas personas


  • El original proyecto en madera, ideado por estudiantes de Arquitectura, busca ofrecer una propuesta distinta e innovadora para infraestructura de jardines infantiles y salas cuna.

Los niños requieren de espacios cómodos, funcionales y seguros para desarrollar sus actividades a diario, especialmente aquellos que pasan gran parte de la jornada en salas cuna y jardines infantiles. En Chile, la Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI, administra más de 3 mil establecimientos de este tipo y atiende a unos 270 mil niños y niñas de Arica a Punta Arenas.

Es por eso que permanentemente está en la búsqueda de ideas innovadoras en cuanto a infraestructura, que entreguen condiciones óptimas para los más pequeños y que por cierto, sean soluciones que se puedan implementar en cualquier lugar geográfico del país, que, como es sabido, tiene gran diversidad geográfica y climática de norte a sur.

Ese fue justamente el desafío de uno de los concursos convocados por la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), en el marco de su tradicional Semana de la Madera. En la categoría Arquitectura y Construcción, el reto fue proyectar infraestructura de jardines infantiles y salas cunas, que servirán como una guía para la Junji.

Es en ese contexto que nació Casa Jardín, la iniciativa ganadora entre más de 50 presentadas en la mencionada categoría, y que fue desarrollada por 4 estudiantes de Puerto Montt.

Uno de ellos, Angello Igor, explica que “presentamos una idea simple, de rápida ejecución, que se puede producir y que además es expresiva, de calidad y que verdaderamente brinda soluciones reales a posibles carencias de infraestructura en este tipo de establecimientos. Además es una propuesta que se trabajó con mucha dedicación en base a una investigación en torno a la innovación en madera”.

El proyecto propone la construcción de un gran volumen de perímetro uniforme y controlado, bajo la figura del galpón. Una cubierta de pendiente controlada a dos aguas, dibujan el perfil superior, mientras el perfil inferior es recortado por los niveles de suelo, evidenciados por el uso de rampas interiores. Existen solo dos volúmenes anexos: uno es el acceso al jardín, remarcado por un marco reconocible y una estructura lucarna que cruza el volumen transversalmente, alimentado de luz natural el interior del proyecto. El centro del trabajo estuvo puesto en la revisión y propuesta de una cercha estructural expresiva.

Dentro de los temas fundamentales está la seguridad como condición primaria para generar la confianza necesaria de los padres. Sin embargo, la búsqueda fue propiciada fundamentalmente desde la idea de un espacio favorable al juego y la exploración de los niños. La idea es que aporte más de una experiencia, donde los niños puedan reconocer su lugar propio y a la vez motivarse por descubrir el siguiente. Este valor motivó la ubicación de 4 salas de manera autónoma, pero ordenadas en una grilla ortogonal. Esto permite diferenciar 2 niveles distintos para la zona de Jardín (niños mayores con movibilidad) de la zona sala cuna (niños menores con desplazamiento controlado). En tanto, en el eje de acceso se organizan la zona administrativa y de encuentro con los padres, además de las salas multiuso, para permitir la multifuncionalidad de estas.

Todo el espacio se organiza en torno a un patio central cubierto, el que funciona como centro y distribución de circulaciones, ubicado en el nivel más bajo del edificio.




Desde la Patagonia

Junto a Igor, los autores del proyecto son Javier Saldivia, Felipe Soto y Pablo Quinchahual, guiados por el académico Tomás Jacobsen, todos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia, en Puerto Montt.

Para el decano de la Facultad de Arquitectura, Albert Tidy, el premio obtenido por sus estudiantes es motivo de orgullo para toda la Universidad. “Es realmente satisfactorio ver que nuestros programas, talleres y cursos están dando sus frutos. Estas evidencias son prueba irrefutable de que nuestros estudiantes son tan competitivos como los mejores. Y eso es algo que debemos seguir cultivando en ellos; me refiero al poder de emprender, de ser creativos y que asuman desafíos de manera proactiva, pues todas estas experiencias serán significativas para el futuro ejercicio de su labor profesional”, destaca.

“Este es uno de los premios más importantes de la industria y la sede Puerto Montt ganó el primer lugar entre más de 200 estudiantes que conformaban una cincuentena de equipos, destacándose en el trabajo con madera, que es muy pertinente a la zona. Esto, de alguna manera, tiene que ver con el enfoque que nuestra Escuela le da a los contenidos temáticos, y es que tenemos una visión bastante pragmática de la arquitectura y la entendemos desde el material”, puntualiza Tidy.

Por su parte, el vicerrector de la sede De la Patagonia de la USS, José Guillermo Leay, valoró que alumnos del sur de Chile sean reconocidos a nivel central por su esfuerzo y talento, el cual es construido junto a sus profesores en Puerto Montt. “Esta distinción a nuestros estudiantes nos permite constatar que la calidad de enseñanza de nuestro modelo educativo da buenos frutos y que estamos formando profesionales altamente competentes para el mercado nacional e internacional”.