- Promover la expresión de las emociones y entregar explicaciones adecuadas a la edad de cada niño son algunos de los consejos del portal educativo.
Carreteras cortadas, barrios completos inundados y viviendas destruidas han sido parte de los daños causados por el temporal que ha afectado a las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Esto sin contar la pérdida de vidas humanas, los heridos y desaparecidos. Una catástrofe que golpea con mayor fuerza a los niños de las zonas afectadas.
“La familia es el primer espacio para la recuperación de los niños y niñas tras una emergencia como la que está viviendo el Norte de Chile con el temporal o las comunidades del Sur afectadas por incendios”, detalla Rosario Navarro, directora de educarchile. Para orientar a las familias, el portal educativo de Fundación Chile y el Mineduc ponen a disposición de la comunidad la guía “Buenas Ideas Post-Emergencia”, elaborada con contenidos aportados por Onemi, el Centro del Buen Trato, El Colegio de Psicólogos y la Sociedad Chile de Psicología de Emergencia.
Este material incluye consejos prácticos sobre el tono adecuado de la comunicación familiar, dinámicas, ejercicios de respiración y relajación, ejemplos de conductas adecuadas e inadecuadas, recomendaciones para conversar con los hijos o los estudiantes y consejos para crear ambientes de contención y autocuidado.
Esta guía y otras dos, dirigidas a profesores y equipos directivos de escuelas, pueden ser descargadas en www.educarchile.cl/apoyoemocional, donde los usuarios también podrán encontrar artículos de orientación y pautas generales para afrontar la situación.
Estos son algunos de los consejos para que los padres afronten la emergencia con sus hijos:
- Generar un ambiente de confianza: dejar algunos momentos del día para conversar y escuchar a cada hijo e hija por separado, sin interrumpirlo y mirándolo a los ojos, preguntándole directamente cómo se ha sentido.
- Expresar las emociones: si luego de pasados unos días de la emergencia los niños no cuentan cómo se sienten, se sugiere que los adultos los ayuden para que poco a poco vayan descomprimiendo las emociones negativas que han acumulado luego de esta experiencia traumática. Esto puede ser a través de dibujos, cuentos u otros medios.
- Dar explicaciones apropiadas: los relatos que los adultos dan sobre la catástrofe ocurrida y sus motivos, deben ser adecuadas a la edad de los niños y su capacidad de comprensión. A los más pequeños es recomendable dar explicaciones sencillas con pocos detalles. Además, reiterar el mensaje los ayuda a procesar y entender lo ocurrido.
- Mantener a la familia unida: en ocasiones, las familias creen que es mejor alejar a los niños y niñas de la zona del desastre y los mandan a casas de familiares o amigos. Esta separación tiende a generar mayor seguridad y angustia. Los niños necesitan estar cerca de sus padres y sentir su apoyo emocional.
- Limitar la exposición a los medios de comunicación: evitar que los niños y niñas vean y escuchen muchas noticias e imágenes sobre la catástrofe, ya que eso puede aumentar su confusión y temor.