martes, diciembre 09, 2014
Artistas Claudia Miranda y Matilde Videla inauguran expo «Umbrales propios y ajenos» en la Casa del Arte Diego Rivera
Jueves a las 19 horas
Imágenes latentes y persistentes, pese a su fugacidad real, quedan plasmadas para servir de recuerdo del suceso vivido en un trabajo que desarrollan las artistas Claudia Miranda y Matilde Videla en la muestra “Umbrales propios y ajenos” que se inaugura este jueves a las 19 horas en la Sala Mexicana de la Casa del Arte Diego Rivera, evento que tiene entrada liberada.
La exposición -que busca afectar lo banal de lo cotidiano- pretende llevar al espectador a reflexionar sobre los hechos que ocurren habitualmente y que pasan inadvertidos en su mayoría, aun cuando son actos que permiten a las personas a alcanzar grados de felicidad, satisfacción o llevarlas a confrontar su propia experiencia con los demás sujetos o con los procesos de su desarrollo.
Con el apoyo de la Corporación Cultural de Puerto Montt, la exhibición se suma a las organizadas durante 2014 (son 43 en total) y que suma miles de visitantes al centro cultural.
“La muestra presenta una colección de instantes corporales concretos, que unidos en el montaje espacial, invita al espectador a la reflexión de ese momento exacto”, indicaron las artistas.
JUEGO DE EMOCIONES
Para Miranda y Videla, el diario transitar permite encontrar fantasmas latentes en objetos y espacios cotidianos, reconociendo sus rasgos y, a través de vestigios, desprenden imágenes auténticas, colores, olores, sabores y diversas texturas impresas como diferentes capas de piel.
Estas huellas olvidadas, impregnadas de historias son las imágenes que rescatan y que expresan en una invitación a sentir e interpretar en una retrospección.
A través del estampado aleatorio del cuerpo humano, pretenden desentrañar vivencias cotidianas de la realidad y la acumulación de estas emociones que se registran en el tiempo y espacio, conduciendo al espectador a una dimensión reflexiva de sus límites y de su tiempo, cuestionándose el presente en su cotidiana espera.