martes, noviembre 04, 2014

Únicas dos funciones de La tragedia cotidiana de los trabajadores llega este Lunes con la obra «Personal» de la Compañía La Vehemencia


La dura vida de los trabajadores chilenos, sumidos en la violencia social y la sobrevivencia económica de un modelo de crecimiento empobrecedor, será la trama que desglose la obra "Personal" que la Compañía La Vehemencia presentará los LUNES 10 y 24 de Noviembre a las 20 horas en la sala Mafalda Mora del Teatro Diego Rivera, función para mayores de 14 años y con un valor único de $1.000 pesos.

Basada en la novela “Mano de obra” de Diamela Eltit y bajo la dirección de Sebastián Dahm, la obra de 75 minutos tiene un elenco conformado por las actrices profesionales; Natalia Alfaro, Macarena González, Johana del Campo y María Paz Ruiz.

Esta obra ha participado en diversos festivales teatrales y temporadas teatrales a nivel nacional; Temporada en Lastarria 90, XXV Temporales internacionales de teatro 2014 en teatro Diego Rivera, Festival de teatro Osorno 2014 e internacional; Nevadas teatrales año 2014 en Bariloche, Argentina con peack de audiencia y muy buenas críticas del público asistente y de periodistas especialistas del diario El Mostrador.

RESEÑA

"Personal" retrata la vida de cuatro mujeres que trabajan en un supermercado, quienes además viven y comparten una vivienda social mínima, lugar donde se desarrolla la historia. Estas empleadas sobreviven en el sistema, con la ferocidad de una comunidad unida por el desamparo, donde los afectos, las lealtades y la solidaridad, como valores del humanismo, se han perdido.

"Personal" es una protesta al sistema capitalista, a la explotación de los trabajadores y a la precariedad, en una muestra del esfuerzo y la lucha constante por sobrevivir en un sistema de crecimiento empobrecedor. Es así como estas cuatro mujeres afectadas por el trabajo avanzan hacia lo inexorable: la destrucción de sus cuerpos, sus almas y sus relaciones, por el dolor laboral, que es en el fondo un dolor social.

En esta obra se remarca de forma exagerada la pérdida de un discurso político social que es remplazado por lo vulgar, el insulto y lo grosero, lo cual va dando toques de humor y aires a la obra.