Sra. Presidenta:
Al asumir mis funciones como Senador de la República, después de una larga trayectoria como autoridad regional y local, señalé que mi objetivo era contribuir a la discusión de los temas nacionales desde la perspectiva regional y también, elevar los temas regionales al debate nacional, de manera de visibilizar en el centro del país, la realidad que se vive en nuestras comunidades.
Coherente con este propósito, ocupo esta tribuna para referirme a los problemas que afectan a un sector importante de mi región, como es el de la pesca artesanal.
El día 18 de julio, manifesté en conferencia de prensa en Puerto Montt, que "Quiero que acá se acelere el tranco. Yo no quiero ver a los pescadores de mi región en las calles o quemando botes porque las medidas comprometidas y las soluciones a los problemas se están dilatando".
Pues bien, este lunes 4 de agosto recién pasado, los pescadores de mi región comenzaron una serie de movilizaciones en orden a reclamar por los atrasos, errores e inconsistencias en las resoluciones de la autoridad pesquera.
¿Cuáles son los temas que preocupan y movilizan a los pescadores del país y de mi región en particular?
En primer lugar, cero avance en materia de la revisión de la Ley de Pesca. No conozco de alguna intención y menos de alguna iniciativa, para comenzar una discusión de la necesaria reformulación de esta ley; lo mismo me han planteado en innumerables oportunidades los pescadores artesanales.
Este es un tema central, comprometido por la Presidenta de la República, pero que no se ha traducido en acciones.
Por otro lado, los pescadores artesanales manifiestan y coincido con ellos que en el tema de la jibia, en el Consejo Nacional de Pesca hubo dos votos de rechazo y que éstos no se referían al fraccionamiento de la cuota, sino al arte de pesca autorizado para la explotación del 20% correspondiente a industria.
La Presidenta se comprometió ante el país y los pescadores en particular a la eliminación de la pesca de arrastre, pues bien la jibia será pescada por los industriales con este arte, calificado internacionalmente como depredatorio y destructor del medio marino. ¿Cómo se entiende entonces la votación de representantes institucionales en el Consejo Nacional de Pesca?
¿Qué pasa con la Ley Bentónica?...nada, ¿qué pasa con la refundación del Instituto de Fomento Pesquero?... nada, ¿qué pasa con la declaratoria de la prolongación de las cinco millas desde mi región hasta la región de Magallanes, como zona exclusiva y sin perforaciones de operación de la pesca artesanal?...nada, ¿qué ha pasado con el proyecto del Instituto de Desarrollo Pesquero Artesanal?...nada
Todas las cuestiones anteriores, son de discusión y socialización necesaria con los actores del sector y requieren de un sentido de urgencia en su partida, dado que tomará tiempos importantes para consensuar y acordar las soluciones requeridas por los pescadores para la recuperación, salvaguarda y preservación de los recursos pesqueros, así como de la supervivencia económica y social del sector.
De extrema urgencia es el conflicto que surge por la pesquería de la merluza del sur.
Como mis honorables colegas estarán informados, este año 2014, se redujo de manera dramática la cuota de extracción de este recurso, impactando a partir de agosto de manera grave los ingresos de los pescadores y de la industria ligada a su procesamiento para la exportación.
Pues bien, al considerar el Comité Científico una rebaja significativa de la cuota permitida, se optó por entregar un bono de $ 750.000, divido en tres meses, que subsidiaría la baja de las capturas autorizadas. Este bono se pagaría a contar de julio, y hasta ahora no se establece quiénes serán los beneficiarios de dicho bono... ¿serán solo los armadores?, ¿serán todos los
inscritos en el registro de esa pesquería? Esta última opción implicaría triplicar los recursos estimados...¿cómo se verificarán los criterios de desembarques anteriores, que parece ser uno de los criterios de selectividad? Se dice que por los zarpes que autoriza la Autoridad Marítima, pero qué pasa con aquellas localidades donde no tiene presencia, ¿cómo certificarán sus desembarques?... ¿Qué pasará con aquellos pescadores que transfirieron sus cuotas el año 2013, debido a la caída de los mercados,
debidamente autorizados por la autoridad pesquera?
Los pescadores de mi región me han dicho que ellos están para pescar y no para ser beneficiarios de bonos.
Creo que debemos explorar soluciones alternativas. Frente a una eventual imposibilidad de ampliar la cuota de la merluza del sur, quizás sea necesario adoptar otras medidas como incorporar otros recursos que permitan suplir esta caída y es aquí donde surge una antigua discusión en las regiones del sur y me refiero a la pesquería del salmón escapado.
Los científicos chilenos, con los muy pocos estudios realizados en el país, coinciden con la apreciación de sus pares de otros países dedicados a la misma industria, fijando en un 5% de la masa anual producida aquella que se escapa. Todos ellos también coinciden que esta cifra es una subestimación de la realidad. Si consideramos que el año 2013, se produjeron en Chile del orden de 792.200 toneladas, el 5% correspondiente sería de 39.610 toneladas, lo que representa un poco más del triple de la cuota de la merluza del sur fijada para este año para los pescadores artesanales de mi región.
Entonces por qué no implementar desde ya una pesca de investigación de captura directa de este recurso con los pescadores artesanales, que tenga como objetivos mínimos aquellos de carácter científico, como son determinar directamente la biomasa disponible, los estados de madurez, distribución geográfica y otros, sumando además nuevos y complementarios ingresos para miles de familias de pescadores de nuestras regiones sureñas.
Esta pesca de Investigación permitiría evaluar la posibilidad, de acuerdo a sus resultados, para declarar una pesquería de este recurso.
Cabe señalar que el Código Civil, ampara la posibilidad de captura de aquellos animales que se escapan y recuperan su calidad de bravios, como ocurre con el salmón escapado.
Desde el año 1983, en los inicios de la industria acuícola, hasta el año 2013, la sumatoria del 5% de escapes estimados arroja 477.409 toneladas de salmónidos incorporados a nuestro medio marino. Es evidente que esta cifra conservadora, ha producido y esta produciendo un daño ecológico significativo en la fauna marina.
La única forma de atenuar o eliminar el impacto ambiental de estos animales asilvestrados, y en esto coinciden todos los científicos nacionales e internacionales, es su remoción del medio. Una pesquería artesanal cumpliría por su selectividad, con la restauración, sino total, a lo menos parcial, de la condición natural de nuestros mares interiores.
Otra solución al problema de la merluza del sur sería la redistribución de la cuota entre industriales y pescadores artesanales, con evidentes posibilidades de conflicto.
La conflictividad del sector pesquero artesanal se debe principalmente a que hasta el día de hoy nos hemos hecho cargo de su contención pero no de su solución. Por tanto no lloremos sobre la leche derramada, este es un conflicto ya histórico siempre latente, cuyas consecuencias han sido conocidas con anterioridad hasta comprometer el orden público de manera grave, ¿qué esperamos?
Mi compromiso con lo que considero justas reivindicaciones de los pescadores artesanales y mi lealtad con el Gobierno me llevan a advertir estas situaciones, proponiendo algunas soluciones, de modo de que se eviten mayores costos para el los pescadores y sus familias y para la comunidad regional.
En atención a lo anterior, solicito se oficie al Señor Ministro de Economía, con el objeto de que se responda sobre el estado actual de cada uno de los temas planteados en las preguntas antes mencionadas y se solicite la implementación de una pesca de investigación del salmón escapado en las aguas marinas de la regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
Sra. Presidenta, no podemos dilatar los conflictos en la pesca artesanal, ya que nos aseguraremos una escalada de movilizaciones con fundadas razones y cuya solución pasa por las acciones que podemos emprender desde ya.
He dicho.
