miércoles, octubre 23, 2013

Profesor chilote es la carta del PS para dirigir el colegio de profesores


Se trata de Juan Arturo Soto, actual tesorero nacional del Magisterio
  • El candidato es profesor de Educación General Básica con Mención en Ciencias Sociales formado en la Universidad Austral –sede Ancud-, y tiene una vasta y reconocida trayectoria gremial: fue presidente comunal de Quellón, presidente del Provincial Chiloé y presidente del Regional Los Lagos del Magisterio. Hoy integra la directiva nacional y va por la presidencia del gremio.
El gremio de los profesores se encuentra ad portas de sus elecciones generales, en las que el Magisterio renovará todos sus niveles directivos, comunales, provinciales, regionales y nacional.

Los comicios de este importante gremio –que cuenta con más de 60 mil colegiados y es uno de los pocos con presencia en todo el país- se realizarán el próximo 29 de noviembre.

A nivel nacional, seis listas se disputan la conducción del Colegio de Profesores. Una de ellas es la denominada “Nueva Mayoría + Unidad”, que reúne a docentes cercanos a los partidos que apoyan la opción presidencial de Michelle Bachelet, como también a profesores independientes comprometidos con la ex presidenta.

En el caso de los socialistas, el candidato que postulan es Juan Arturo Soto, actual integrante del directorio nacional del gremio, en donde ocupa la tesorería nacional de la organización.

El candidato es profesor de Educación General Básica con Mención en Ciencias Sociales formado en la Universidad Austral –sede Ancud-, y tiene una vasta trayectoria gremial: fue presidente comunal de Quellón, presidente del Provincial Chiloé y presidente del Regional Los Lagos del Magisterio.

¿Qué es lo que está en juego en estas elecciones del Colegio de Profesores?

Mucho, en primer lugar, la posibilidad de darle continuidad a todo un trabajo que se ha venido haciendo por la actual conducción, en orden a fortalecer e institucionalizar cada vez más el trabajo de la organización gremial del profesorado, para convertirla en un actor relevante a la hora de discutir, proponer y resolver sobre todas aquellas materias que tienen que ver con la educación pública y la profesión docente.

Hoy podemos decir que el Magisterio es un gremio que ha logrado constituirse en un actor relevante, empujamos la conformación y formamos parte activa del Movimiento Social por la Educación, junto a estudiantes y apoderados, tenemos relación permanente con los parlamentarios de todos los sectores políticos, una relación que ha tenido éxitos no menores, como lo es la aprobación prácticamente unánime, por parte de la Cámara de Diputados, del proyecto que hace justicia y otorga la titularidad a los miles de profesores a contrata que existen en el país, o la favorable acogida que organismos internacionales, como son la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y aun más la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han tenido a lo que es una reivindicación histórica del profesorado, como lo es la deuda histórica, en donde esos dos organismos han concluido que la deuda existe, y recomiendan al gobierno de Chile encontrar fórmulas que permitan reparar ese daño que afecta a miles de profesores.

¿Cuáles son sus propuestas en caso de ser electo como presidente del Magisterio?

Como profesores de la Nueva Mayoría hemos convenido una plataforma programática, que hemos denominado “por la defensa de la educación pública y la dignidad docente”, que de una u otra manera, es la sistematización de la opinión mayoritaria que el profesorado tiene respecto de varios temas país y gremiales que nos preocupan.

En concreto, proponemos establecer un Sistema Nacional de Educación en donde la educación pública dependa del Ministerio de Educación, con una estructura y administración descentralizada y en la que se asegure la participación de todos los actores. Se debe restablecer al Ministerio de Educación todas las facultades políticas, administrativas, financieras, supervisoras, técnico-pedagógicas y evaluativas respecto al sistema nacional de educación de manera descentralizada. Los organismos ejecutivos de dichas facultades deben estar al alero del Ministerio, como responsable de Estado. Esto, obviamente, supone el fin de la municipalización, que en todos estos años se ha demostrado como un sistema fracasado. Solo baste mirar lo que ha ocurrido en comunas como San Fernando, Copiapó y Valparaíso, solo por nombrar algunas, en donde la crisis de gestión ha llegado al extremo de terminar con docentes sin sueldos por más de tres meses, escuelas cerradas e incluso altos funcionarios de educación procesados por la justicia.

Por otra parte, creo que es urgente mejorar la formación inicial del profesor, como también establecer políticas permanentes de perfeccionamiento y formación continua, que valoren la reflexión de la práctica docente entre pares.

Igualmente importante y necesario es mejorar las condiciones de trabajo en las que enseña el profesor, con menos alumnos y una distribución equilibrada de horas de clases y horas destinadas a la planificación y mejoramiento profesional y aprendizaje profesional colaborativo.

Otro tema que propongo es el establecimiento de un estatuto y carrera profesional docente universales, es decir, para todo el profesorado, independientemente de si se trabaja en el sector público, particular subvencionado o corporado. Esto es fundamental, ya que todos, sin excepción, son profesores.
La carrera profesional docente en la que creo es una que revalorice la profesión y ponga en el centro el desarrollo profesional de todos los docentes.

En lo estrictamente gremial, creo que es urgente promover el recambio dirigencial y, sobre todo, avanzar hacia la modernización del Magisterio, para transformarlo en un gremio aun más incidente en los temas país.

A propósito de recambio, algunos dirigentes de otras listas han criticado a la nómina que usted integra por pretender repetirse en el cargo. ¿Qué opina al respecto?

Lo único que puedo decir al respecto es que algunos de esos dirigentes que nos critican tienen una desvergüenza que impresiona. Darío Vásquez, Osvaldo Verdugo y Jorge Pavéz tienen más de 25 años continuos como dirigentes, es decir, entre los tres suman casi 80 años en total.

Es curioso que reclamen, porque nunca han hicieron ningún gesto tendiente a renovar las caras de nuestra organización. El único esfuerzo concreto lo hicimos precisamente bajo la actual conducción, cuando presentamos toda una reforma estatutaria destinada a limitar la reelección de los dirigentes, incluyéndonos, como una forma concreta de darle tiraje a la chimenea y propiciar que surjan nuevos liderazgos.

La crítica de estos dirigentes es mezquina y paradojal, porque al tiempo que hacen gárgaras exigiendo mayor participación y renovación, se opusieron, en su momento, a esta reforma, que fue apoyada por la mayoría de los profesores, excepto por ellos.

Aun más desvergüenza la de estos dirigentes, porque hacen críticas a la actual conducción, pero en cambio guardan un prudente y cómodo silencio respecto a su responsabilidad en uno de los mayores daños patrimoniales sufrido por el Colegio de Profesores, luego de la funesta vinculación de estos dirigentes con el caso Inverlink/Magister. Me preguntó por qué Jorge Pavéz nunca ha informado debidamente a los profesores de su relación con Eduardo Monasterio. Por qué nunca ha aclarado el tema de los traspasos de pagarés a cheques personales, oscura gestión que lesionó el patrimonio de todos los profesores por más de 300 millones de pesos. Hasta ahora, seguimos sin saber que fue exactamente lo que ocurrió. Fueron trescientos millones, sin considerar reajustes legales, los que se perdieron en un directorio nacional encabezado por Jorge Pavéz. Frente a este hecho, ¿existe alguien que pueda pensar que los dirigentes involucrados son la encarnación de la transparencia dirigencial? ¿Un paradigma de la correcta gestión dirigencial?

Usted ha sido el único orador del profesorado en las últimas marchas del movimiento estudiantil ¿Cómo evalúa la relación del Magisterio con el movimiento estudiantil?

Efectivamente, me correspondió ser el representante de los profesores en las masivas marchas estudiantiles del 11 de abril, del 30 agosto y del 5 de septiembre recién pasado, en las que pude constatar, ahí mismo, en la concreta como dicen los jóvenes, la estrecha relación que hemos logrado construir con ellos, a partir de que ambos sectores entendemos que es necesario avanzar unitariamente hacia las transformaciones profundas que el país necesita para asegurar una educación pública, gratuita y de calidad: reforma tributaria, cambio constitucional y fin de la municipalización.

Esa relación, que orgánicamente se expresa en la conformación del Movimiento Social por la Educación, da cuenta de una profunda convergencia, con una plataforma compartida, que el actual gobierno no logra entender, y que no es sino el hastío mayoritario de la ciudadanía, que exige que la educación no siga sometida a las leyes del mercado, sometida al marco que le impone un modelo regresivo como es el neoliberalismo.

¿Cómo cree que se podría resolver el financiamiento de la educación pública y qué característica debería tener esta, en su opinión?

A través de una reforma tributaria autentica, en la que los sectores más pudientes paguen más, y cuya recaudación permita inyectar recursos que posibiliten el funcionamiento de una nueva institucionalidad educacional, que se oriente a la construcción de un sistema nacional de educación púbica, con integración e igualdad de oportunidades para todos, el fin del lucro en la educación, con un cambio estructural de la enseñanza en su conjunto.