martes, agosto 13, 2013
La pérdida de la inocencia infantil llega con aclamado film «El Ladrón» en el cierre de Ciclo de Cine Bélico Ruso
Miércoles 19 horas
Si existen películas que provocan un quiebre emocional y logran tocar la fibra íntima del espectador sin duda puede señalarse el caso del film “El Ladrón” (1997) que relata la pérdida de la inocencia y la pureza de un niño en el contexto de la posguerra en la Unión Soviética, producción que cierra el Ciclo de Cine Bélico Ruso el miércoles a las 19 horas en la Casa del Arte Diego Rivera. Entrada liberada.
Una historia que fue reconocida como una de las mejores películas rusas de todos los tiempos y nominada a un Globo de Oro y al Oscar como Mejor Película Extranjera, reúne a destacados artistas que entregan -con el resto del elenco- notables y brillantes actuaciones, sumergiendo al espectador en la atmósfera de inestabilidad emocional y carencias económicas de esa etapa de la historia de Rusia.
La presentación es gracias al convenio de cooperación mutua entre la Corporación Cultural de Puerto Montt y el Centro Cultural de Rusia que iniciaron de esta manera actividades con el fin de difundir y proyectar el conocimiento del país europeo entre los habitantes de la comuna.
RESEÑA
Imperdible de igual manera para neófitos y para amantes del cine la cinta, más que encantar, controla prácticamente la atención del espectador en sus 93 minutos de duración.
Sin padre y sin hogar, el pequeño Sanya (Misha Philipchuk) de seis años y su madre Katia (Ekaterina Rednikova) soportan una dura existencia tras la Segunda Guerra Mundial en Rusia. Cuando el atractivo y carismático soldado Tolian (Vladimir Mashkov) entra en sus vidas, madre e hijo caen bajo su hechizo.
Katia es seducida por la virilidad y seguridad de Tolian y Sanya acepta al soldado como una figura paterna.
Sólo después de que ambos son devotos a él, Tolian revela sus verdaderas intenciones e identidad, provocando un profundo y desgarrador conflicto humano que provocará mirar el mundo con ojos verdaderos y con el cinismo como aliado para soportar las mentiras y la traición.