jueves, junio 27, 2013

«El Loco de Cervantes» de Marco Antonio De la Parra abrirá jornada inaugural de Los Temporales Teatrales


Viernes, 20 horas

Con incontables premios y reconocimientos en Chile y el extranjero para quien es considerado uno de los principales dramaturgos de nuestro país, Marco Antonio de la Parra trae su última obra denominada “EL Loco de Cervantes” -en la que es protagonista- y que será el montaje que abrirá la jornada inaugural de los XXIV Temporales Internacionales de Teatro, este viernes a las 20 horas en el Teatro Diego Rivera.

El evento internacional es organizado por la Municipalidad de Puerto Montt, Gobierno Regional y Corporación Cultural y espera atraer durante su desarrollo, entre el 5 y 26 de julio, a más de 20 mil personas.
Para esta función inaugural se extenderán invitaciones a autoridades, artistas, agrupaciones artísticas y prensa, pero estarán disponibles para el público 150 entradas que se entregarán el mismo día de la función en la boletería de la Casa del Arte Diego Rivera.

OBRA

“El Loco de Cervantes” es un texto en el cual De la Parra se atreve a exponer su propia identidad como escritor y psiquiatra, mezclado con antecedentes del complejo y todavía desconocido mundo de Miguel de Cervantes, donde aparece la figura y el personaje histórico, matizado con rasgos de locura y de delincuencia, en el que se va explorando y reconociendo a la persona.

Es una dramaturgia que aparenta un monólogo, pero que en realidad es un diálogo permanente con personajes que no aparecen en escena, como Shakespeare, Lope de Vega, la Muerte, médicos, editores, inquisidores o nobles.

Todos ellos rodean a De la Parra/Cervantes, acosando su memoria y cuestionando actos, actitudes y valor de la obra del escritor, en el que el Pasado cobra vida como entelequia viviente y con rasgos semánticos propios y desgarradores.

Esto logra profundidad y fuerza al personaje, en un montaje donde las carencias, preguntas y dudas de la vida aparecen para cobrar respuesta en una ser al fin de sus días y que carece aún de certezas, más aún, abundan y se acrecientan la precariedad y el desequilibrio de las fuerzas internas que habitan en cada artista que se plantea con honestidad el valor de su obra.