jueves, diciembre 01, 2011

Subsecretario de pesca inaugura 1° encuentro de la industria del salmón

  • En el Teatro del Lago de Frutilla, Región de Los Lagos, autoridades y empresarios discutieron sobre sustentabilidad, integración y la nueva industria.

Cerca de 600 personas asistieron hoy al 1° Encuentro Nacional del Salmón(ENESAL 2011), evento organizado por la Asociación de la Industria del Salmón, SalmonChile A.G y patrocinado por la Subpesca, fue inaugurado por el por el Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea Carrillo.

El evento, que reunió a los actores más importantes de la industria, además de autoridades nacionales y regionales, permitió a los asistentes escuchar a expositores de primer nivel, tales como el Ministro de Pesca y Acuicultura de Brasil, Luiz Sergio Nóbrega de Oliveira y el presidente de la Comisión de Expertos del Ministerio de Pesca de Noruega, Peter Gullestad.

El Subsecretario, durante el inicio de la actividad, destacó los índices productivos que confirman la buena senda en la que se encuentra la acuicultura chilena hoy: “No estamos en este punto simplemente porque las cosas resultaron por arte de la buena suerte sino porque hay una historia que se remonta al menos treinta años atrás y donde el esfuerzo y el trabajo de muchas personas han contribuido a que estemos en este punto”

Asimismo, Galilea destaco destacó la importancia del desarrollo de la acuicultura en las regiones del sur, como una actividad que hoy a permitido apalear en gran parte el desempleo de algunas regiones.”Es gratificante estar preocupados por lo que impulsa el crecimiento y éxito de una industria y no sólo por los problemas a los que podemos vernos enfrentados periódicamente.”

Galilea, explicó la redefinición por parte del Gobierno del modelo productivo y el rol del sector público. Todo lo anterior implicó la dictación de una ley que la Subsecretaría de Pesca ha implementando a través de la elaboración y dictación de numerosos reglamentos tales como: el nuevo reglamento de concesiones, el reglamento de evaluadores ambientales y sanitarios y certificadores, el del posicionador satelital para las embarcaciones que prestan servicios a la acuicultura, el reglamento ambiental y el de importación de especies hidrobiológicas que están en su último trámite y, por supuesto, la gran modificación efectuada el reglamento sanitario.

Finalmente el Subsecretario hizo un resumen sobre las iniciativas impulsadas por el Gobierno y llevadas a cabo por la Subsecretaría, tales como: la mesa del salmón; el proyecto de ley actualmente en trámite en el Congreso Nacional, con el cual se pretende ampliar el plazo de congelamiento de otorgamiento de las concesiones en Aysén hasta el año 2015 y que permitirá la relocalización; iniciativas acuícolas en la Región de Magallanes, implementación de sanciones ejemplares para los infractores con el aumentos de multas, entre otras.

“Esto demuestra el esfuerzo que estamos haciendo desde la institucionalidad para adoptar las mejores decisiones que resguarden el patrimonio ambiental y sanitario nacional pero sin asfixiar a la industria o hacerla menos competitiva o peor aún, inviable” expuso, el subsecretario.

Al concluir su discurso, Galilea hizo un llamado un llamado a los órganos públicos de las regiones con salmonicultura presentes, y especialmente a sus Intendentes para que en caso de en emergencia sanitaria, el Estado ponga a disposición de la recomendación técnica todos los esfuerzos, personales y de recursos. “Esta es una tarea de todos. No sólo del Servicio. No sólo de la Subsecretaría de Pesca. Es de la autoridad sectorial y de la autoridad regional” recalcó


Discurso Enasal 20111



(1)Visión y Rol del Estado en la Nueva Salmonicultura Chilena


(2) En primer lugar, quiero destacar el momento en que nos encontramos. Una industria con proyecciones de crecimiento, con una producción que este año alcanzará, sin duda, más de 500.000 toneladas, con numerosas inversiones en camino, con claras señales de recuperación del empleo, con la reapertura de centros de cultivo, la incorporación de empresas a la bolsa y consecuencialmente, al ingreso de nuevos capitales, en fin, con un dinamismo que como Gobierno del Presidente Piñera deseamos para cualquier sector económico.

Los índices productivos confirman la buena senda en que nos encontramos: peso de cosecha en salmón del Atlántico: antes 3,5 kg hoy más de 5 kg; mortalidad, antes mayor a 20%, hoy cercano a 10%; densidad de cultivo llegamos a tener 31 kg/m3, hoy máximo 17 kg/m3. A esto se agrega la implementación de descansos coordinados que antes no teníamos y sometimiento de los prestadores de servicios a la regulación sanitaria que tampoco teníamos.

Hoy además conoceremos muy buenas noticias: el desempleo en Puerto Montt es de 2,8%; en Puerto Aysén de 3,5%. El desempleo en la región de Los Lagos es de 3,7% y el segundo índice de desempleo a nivel país está en la región de Aysén con un 4,2% cuando a nivel nacional se tiene un promedio nacional de 7,2%.

Debemos entonces preguntarnos ¿cuáles son las actividades económicas que mueven el desarrollo de estas regiones? Obviamente, la acuicultura. La industria debería sentirse orgullosa y también es una buena noticia para los trabajadores porque a menor desempleo deberían conseguirse mejores sueldos. Pero también debemos preocuparnos y mantenernos alertas, puede generarse escasez de mano de obra y se va a generar seguramente migración entre las regiones y debemos estar preparados para ello. Es gratificante estar preocupados por lo que impulsa el crecimiento y éxito de una industria y no sólo por los problemas a los que podemos vernos enfrentados periódicamente.

Quiero poner el acento en esto porque nada ocurre por casualidad. No estamos en este punto simplemente porque las cosas resultaron por arte de la buena suerte sino porque hay una historia que se remonta al menos treinta años atrás y donde el esfuerzo y el trabajo de muchas personas han contribuido a que estemos en este punto.

Últimamente y con razón, pareciera que la historia del salmón en Chile parte con la crisis del virus Isa. Todos los discursos, tanto del sector público como del privado colocan ese punto de inflexión como marco de las proyecciones del futuro. Y esto es lógico.

(3) El éxito tremendo que tuvo esta industria antes de la crisis no se condice con aquello que descubrimos con ocasión de la misma: un sector privado con poca conciencia de la importancia de hacer el seguimiento de las variables ambientales y sanitarias en una actividad que se basa en la producción de seres vivos, con malas prácticas productivas propiciadas a la vez por una regulación débil, poca fiscalización e inexistencia o debilidad de indicadores clave a la hora de detectar y proyectar el impacto que determinados eventos provocarían en la industria.

Esta situación nos ha llevado a redefinir el modelo productivo y el rol del sector público. Esto ha implicó la dictación de una ley que nos ha tocado implementar a través de la elaboración y dictación de numerosos reglamentos: el nuevo reglamento de concesiones, el reglamento de evaluadores ambientales y sanitarios y certificadores, el del posicionador satelital para las embarcaciones que prestan servicios a la acuicultura, el reglamento ambiental y el de importación de especies hidrobiológicas que están en su último trámite y, por supuesto, la gran modificación efectuada el reglamento sanitario.

(4) El modelo productivo ya no se asienta en las clásicas premisas según las cuales es simplemente el productor quien decide como producir, sin que nadie más pueda entrometerse en esas decisiones o determinar si se han tenido o no en consideración las externalidades que su acción pueda provocar en los vecinos. La acuicultura se realiza en bienes nacionales de uso público, bienes de todos los chilenos, donde los errores ambientales impactan todo el sistema marino y en que la recuperación no es cuestión de semanas ni meses sino de años. La acuicultura, además, se realiza en sectores que de una u otra manera son compartidos por distintas empresas en la medida en que en el medio ambiente marino las áreas de influencia, debido a las corrientes, pueden ser insospechadamente amplias.

La relación en el sector privado cambió. Las malas prácticas productivas no perjudican sólo a quienes les da lo mismo hacer las cosas bien, sino que incide directamente en su entorno y, en último término, en toda la industria.

(5) De allí que la auto-regulación hoy, particularmente en esta industria, suena como un concepto del pasado, poco realista y que pone en peligro el trabajo realizado. Y esto porque no puede pedirse a la industria que se auto-regule porque los actores que voluntariamente se auto-limitan por el bien de todos no pueden tener la certeza que los otros también lo hagan y es precisamente en esos casos en que debe aparecer el Estado.

Sí, porque el Estado está para intervenir en razón del bien común en aquéllas situaciones en que los particulares, no se ponen de acuerdo, no quieren o no son capaces de llevar adelante una acción de bien común necesaria. Es ahí donde aparece el Estado y es allí donde queremos enfocarnos.

(6) El Gobierno del Presidente Piñera no renunciará a que como sector público ejerzamos un rol regulador y fiscalizador en pos del bien común. Siempre nos referimos a la industria y quiero destacar y felicitar el enorme trabajo que realizan los gremios como agentes aglutinadores y facilitadores del diálogo, pero claramente la industria está conformada por decenas empresas, donde cada una tiene sus propias opiniones y donde cada cual aboga legítimamente por sus propios intereses. Siempre, escucharemos y tomaremos en consideración las opiniones y planteamientos que recibamos pero quiero decirles que precisamente por el rol público y de bien común que se nos ha encomendado, siempre adoptaremos nuestras decisiones con la independencia necesaria para velar por la sustentabilidad de la industria como un todo y en último término del Chile y no de intereses particulares.

(7) Hoy tenemos extensas regulaciones que nos imponen titánicas tareas y sabemos que están todos expectantes ante la capacidad que deberá desplegarse para llevarlas adelante.

¿Cómo hacer las regulaciones? ¿Cómo difundirlas adecuadamente? ¿Cómo monitorear sus resultados y modificarlas con la celeridad que la necesidad del momento imponga? ¿Cómo hacerlas flexibles, modernas, oportunas y adecuadas? Esa es una tarea fundamental. Estamos conscientes que debemos permanentemente revisar de qué forma llevamos adelante nuestra tarea y por ello, para contar con el punto de vista de quienes viven el día a día en esta actividad es que hemos convocado y reinstalado la mesa del salmón, como instancia de diálogo público-privada, la que a través de sus distintos grupos de trabajo nos permite intercambiar posiciones en una serie de temas de interés para todos en el modelo actual y que tienen que ver con el cómo, cuanto y dónde producir para que la actividad sea sustentable. Esos cinco grupos de trabajo son: de institucionalidad, infraestructura, modelo productivo, ordenamiento territorial e investigación y ciencia. Las iniciativas que surjan de estos grupos de trabajo nos permitirán avanzar en todos aquéllos temas que estimamos deben abordarse para asegurar el futuro desarrollo que todos deseamos.

Pero esta no es la única iniciativa mediante la cual buscamos adoptar las mejores decisiones. Además hemos contado con la intervención en el proceso de análisis de algunos temas complejos con el panel de expertos, el que con la independencia y autonomía necesaria de la autoridad y de la industria, pondera los diversos elementos técnicos y económicos y emite una opinión que ilustra y sirve de base a la decisión de la autoridad. Ya ha emitido su informe en materia de la producción de smolts en ríos, lagos y estuarios. Esto, sin duda, no gusta ni acomoda a todos. Sin embargo, las medidas se adoptarán siempre basándonos rigurosamente en aspectos técnicos independientemente de quien pueda verse beneficiado o perjudicado. Ahora viene la evaluación de las macro zonas propuestas por la Subsecretaría de Pesca y la evaluación de la metodología para la determinación del score de riesgo de las agrupaciones de concesiones. En el caso de las macro zonas tendremos un pronunciamiento en diciembre y en el caso de la metodología del score de riesgo será en marzo.
(8) Y esto demuestra el esfuerzo que estamos haciendo desde la institucionalidad para adoptar las mejores decisiones que resguarden el patrimonio ambiental y sanitario nacional pero sin asfixiar a la industria o hacerla menos competitiva o peor aún, inviable.

En este esfuerzo es que hemos presentado el proyecto de ley actualmente en trámite en el Congreso Nacional. Allí ampliaremos el plazo de congelamiento de otorgamiento de las concesiones en Aysén hasta el año 2015, al igual como se hizo en su momento con la región de Los Lagos y se eliminarán las solicitudes presentadas sin un verdadero fin productivo, sino más bien, con un malentendido sentido de protección de ciertos sectores y que han impedido en los hechos lo que era deseable para toda la industria: la RELOCALIZACIÓN.

Sí, porque no hemos podido avanzar mientras no quede asentado el nuevo modelo, donde puedan relocalizarse los centros de cultivo en sectores que presenten mejores condiciones ambientales y generar asimismo, las condiciones que permitan concretar los corredores que son esenciales entre las macro zonas para que ellas efectivamente cumplan su rol de contención frente a un evento sanitario.

Así es que se otorga preferencia a las solicitudes de relocalización que salen de los que sean definidos como corredores entre macro zonas. Y ¿quiénes deben salir? ¿Cuáles serán las concesiones afectadas? ¿Cuáles serán los corredores? Son preguntas por contestar en la medida que está pendiente la definición de las macro zonas. Pero quiero aclararles que ello no significa que no hayamos adelantado trabajo en las proyecciones de macro zonas que hemos propuesto. En la medida que ellas sean establecidas podremos rápidamente determinar cuáles son las concesiones afectadas a fin de avanzar al paso siguiente que es la relocalización de las mismas.

(9) Y esto no es todo, porque la salmonicultura no sólo está en las regiones de Los Lagos y Aysén sino que además tenemos el más auspicioso escenario de crecimiento en la región de Magallanes y ello, porque a diferencia de las otras regiones en donde el modelo irrumpió en un escenario de alta concentración de concesiones otorgadas, en Magallanes el escaso número de concesiones existentes ha permitido que el modelo parta casi de cero: su base, la zonificación regional, a partir de la cual se crearon las agrupaciones de concesiones con las distancias ya establecidas y, por ende, sin necesidad de relocalizar por la creación de corredores sobre concesiones.
Pero acá se dio otro fenómeno: la zonificación vino a redefinir la vocación de uso de muchos sectores antes considerados como áreas apropiadas para la acuicultura. Y es por ello, que hoy, concesiones existentes, quedaron en sectores hoy no compatible con la acuicultura. Si bien dichas concesiones podrán seguir operando, ellas no podrán ampliar su área lo que puede ser una necesidad razonable atendidas las nuevas exigencias de densidad de cultivo, esto es, la cantidad máxima de peces por jaula, lo que obviamente puede implicar la necesidad de ampliar la cantidad de balsas jaulas a utilizar.

Por este motivo y a fin que el acuicultor que lo desee pueda trasladarse a un área que sí sea preferente para la acuicultura, es que el proyecto de ley otorga la posibilidad de relocalizar con preferencia esas concesiones que quedaron en áreas incompatibles con la acuicultura. Así los concesionarios de Magallanes quedan con los mismos derechos que los de las regiones de Los Lagos y Aysén en relación a la salida de sectores que se consideran incompatibles con la acuicultura.
Por otra parte, la ley se encarga de otros temas importantes. Las infracciones y sanciones. Sí, porque mientras las sanciones no sean persuasivas ponemos en riesgo todo lo que se ha hecho, ya que ante el éxito, la tentación de desconocer las exigencias ambientales y sanitarias puede ser alta.

Por ello, se perfeccionan las infracciones consideradas especialmente graves y se complementan con otras conductas que en este primer año de aplicación de la ley hemos constatado que también deben resguardarse: no eliminar ejemplares o no cumplir con tratamientos ordenados obligatoriamente por el Servicio como parte del control de una enfermedad.

A esto se agrega el hecho que se cambia la multa de 2.000 a 3.000 UTM por una multa equivalente al valor de mercado de los ejemplares que son objeto de la infracción. De este modo pretendemos que no sea beneficioso cometer una infracción y, por el contrario, sea tan costoso, que para aquéllos que estarían dispuestos a infraccionar las normas sanitarias, no les sea útil y por esa vía, renuncien a hacerlo.

(10) Sí, y aquí quiero hacer un llamado a todos quienes desde el ámbito público y el privado debemos colaborar para que las cosas funcionen en pos del beneficio de todos.

Hace unas semanas tuvimos la primera prueba de fuego, una emergencia sanitaria y si bien al final del día funcionó el sistema de control, quedamos con tareas pendientes y no fue fácil ni expedito desde el primer momento. Todos saben que tuvimos un evento de brote en Aysén y surgió la necesidad de eliminar salmones en un centro de cultivo. Pero sorprendentemente, nos encontramos con muchísimas dificultades para poder embarcar los peces y sacarlos desde el centro respectivo.
No obstante que estaba claro cuál era la vía de salida menos riesgosa para la industria, nos encontramos con novedosas respuestas, como que debían sacarse los peces llevándolos a otra región, con el potencial riesgo que ello implicaba para todos.

Porque no sólo la industria está en peligro, sino además se pone en duda la vocación y el deber de la autoridad pública de velar por el bien común cuando no adoptamos oportuna, eficaz y coordinadamente las acciones que son recomendadas técnicamente en una emergencia sanitaria.
De allí que quiero hacer un llamado a los órganos públicos de las regiones con salmonicultura presente, y especialmente a sus Intendentes. En emergencia sanitaria, debemos como Estado poner a disposición de la recomendación técnica todos nuestros esfuerzos, personal y recursos. Esta es una tarea de todos. No sólo del Servicio. No sólo de la Subsecretaría de Pesca. Es de la autoridad sectorial y de la autoridad regional.

(11) Recordemos que la crisis del virus Isa no fue vivida por los productores solamente, fue vivida por ellos y por sus trabajadores, sus familias, las comunas y las regiones que debieron acudir en ayuda de quienes perdieron, de la noche a la mañana, su fuente de sustento y la de sus familias. Muchos sufrieron, padres, madres, jóvenes y niños que vieron en peligro o truncadas sus oportunidades. Por ello, quiero insistir, enfrentar y adoptar las acciones necesarias ante una emergencia sanitaria en esta industria, ES UNA TAREA DE TODOS.

Asimismo, llamo a la industria a dejar de lado las discusiones intra-gremiales cuando se trata de una emergencia sanitaria y colaborar para llevar adelante las acciones que ponen a resguardo a todos quienes tienen centros de cultivo.

El 10 de octubre de este año me pasó en mi vida personal algo equiparable a lo que le pasó a la industria el año 2007. Me comunicaron que tenía que operarme de urgencia. Lloré solo, con mi familia y me di cuenta que tenía que cambiar la forma como estaba llevando mi vida. Me comprometí a dedicar más tiempo a mis hijos, a mi mujer, reducir mis jornadas de trabajo, en fin, privilegiar otras cosas por sobre el trabajo. Pero ¿qué pasó cuando empecé a sentirme bien? Me olvidé del compromiso. Por ejemplo ayer. Comencé a las 8:00 de la mañana inaugurando el seminario de la pesca artesanal en Puerto Montt, luego me fui a Valparaíso al Congreso, para aprobar el proyecto de ley misceláneo. Me fui bien y tomé el avión de vuelta a Puerto Montt y tuve reuniones con representantes de la pesca artesanal. Terminó mi día a la medianoche. Conclusión. No he cambiado NADA. En mi caso la excusa es que no tengo un Estado que me regule.

Es mi impresión que a la industria le pasa lo mismo. Después de la crisis y muchas promesas de cambio, hay empresas que están incurriendo en malas prácticas del pasado, y el éxito les hace caer en la tentación de elevar los volúmenes productivos por sobre lo recomendable. Mi mensaje es: NO TROPECEMOS OTRA VEZ CON LA MISMA PIEDRA. Debemos tener cuidado. Yo tengo que evitar volver al cirujano. Uds. deben evitar poner en riesgo a la industria nuevamente.

(12) De las crisis salen lecciones. La nuestra, fue que requeríamos dotar al Servicio de las atribuciones suficientes para determinar imperativamente cuáles son los puntos de embarque y desembarque que serán utilizados en una emergencia sanitaria y así lo estamos incorporando al proyecto de ley a través de una indicación. No es posible que exista la posibilidad de negar a la autoridad y a todo el país realizar una acción que evitará un perjuicio tremendo a una región y tal vez a toda una actividad.

Y se siguen fortaleciendo las facultades del Servicio. Porque ¿quién no ha sido sorprendido por el SAG directamente, o ha sabido de un amigo o un conocido, con una artesanía, un regalo u otro bien que traen desde el extranjero y el SAG simplemente determina que ello constituye un peligro para el patrimonio fitosanitario del país y se lo quita? Y además le impone una multa por no declararlo. O el SAG les hace abrir hermosos regalos para que después de la inspección se los devuelvan y les digan: puede llevarlo. Sí, quien no ha sentido el enojo de verse inspeccionado y luego tener que dar explicaciones a quien recibe el regalo diciendo…. Tú sabes… el SAG. Esto que puede ser anecdótico, ha sido una tarea habitual, corriente e histórica del SAG y me atrevo a decir, clave para el resguardo del patrimonio fitosanitario del país y el control de las enfermedades que puedan afectar al sector agricultor.

De allí, que busquemos el equivalente marino y en el proyecto de ley estemos fortaleciendo las atribuciones del Servicio en el ingreso al país de material de alto riesgo a través de las fronteras, de modo de llegar, en los casos en que se sorprenda material patológico sin autorización, a la destrucción inmediata. De esta forma resguardamos el patrimonio sanitario, así demostramos que esa primera barrera que está en la frontera debe ser efectiva y que estamos premunidos de las facultades suficientes para evitar el ingreso al país de nuevos patógenos.
Por otra parte, lo hemos dicho reiteradamente. Los prestadores de servicios son esenciales en las medidas de control que se están adoptando y de hecho la ley 20.434 los incorporó como sujetos de exigencias y control. De allí que ahora se esté incorporando la atribución para el Servicio de registrarlos en los casos en que los reglamentos así lo requieran para verificar que se cumplen los requisitos de operación en ellos previstos. De esta forma se podrá chequear las condiciones bajo las cuales se llevan a cabo actividades como transporte o desinfección y notificar en los casos que se detecten, las disconformidades que puedan subsanarse para seguir operando o, en definitiva imponer una suspensión por cierto plazo si no se cumplen requisitos sanitarios especialmente relevantes para la operación.

(13) En este breve resumen del actual contenido del proyecto de ley y de lo que viene en materia de indicaciones con relevancia para el sector salmonicultor, he querido dejar para el final aquélla de la cual ya se ha comenzado a hablar, cuya propuesta se ha difundido entre la industria y que es particularmente interesante. Me refiero al aumento de la patente única de acuicultura.
Sabemos que obviamente para nadie es agradable pagar más impuesto. Tampoco que ir al Congreso con un proyecto de ley implique una subida a las patentes, pero seamos realistas, la patente única de acuicultura es especialmente baja y las tareas que hoy se requieren del Estado son especialmente requirentes. Sí, porque si yo hago un recuento de las declaraciones que ha hecho la industria como gremio y a nivel individual, y las que ha hecho el Director del Servicio, el anterior y el actual ministro y, por supuesto, yo mismo, en el último año, todos hablamos de mejor regulación, más control, más fiscalización, más ciencia para la adopción de medidas, más especialización y capacitación a funcionarios, mejores servicios veterinarios, lo que incluye al sector público, en fin, enormes, numerosas y costosas tareas que debemos llevar adelante para el beneficio y crecimiento seguro del mismo sector.

Es por eso que les digo: no estamos subiendo las patentes por un capricho, por cobrarles un peaje por el proyecto de ley, porque requerimos financiar otros sectores de la economía o para allegar mayores recursos al fisco. Pretendemos aumentar las patentes precisamente para desarrollar las tareas que asumimos como factores clave en el desarrollo, implementación y correcto funcionamiento del nuevo modelo productivo.

(14) Porque estamos de acuerdo en lo que la industria permanentemente nos plantea, sea en los grupos de trabajo de la mesa del salmón, sea en las visitas a regiones, sea en las reuniones que periódicamente y por diversos motivos tenemos a nivel de empresas y de gremio. Se requiere mejorar el nivel de conocimiento en materias como oceanografía, en el comportamiento de las enfermedades y sus agentes, del medio ambiente en que se desarrolla la actividad, de las variables que determinan los mejores sitios de cultivo, entre otras.

Y aquí quiero poner el acento en la instrucción que hemos recibido del Sr. Ministro: buscar los mecanismos que nos aseguren que con el aumento de patentes podremos desarrollar las tareas que nos impone el nuevo modelo instaurado y que se asegure la investigación y el monitoreo necesario de la actividad. Así es que ya lo saben, estamos en la misma lógica que Uds. en cuanto a lo que requiere el sector y a lo que debiera ser aplicado el aumento de patentes.

A la propuesta remitida deberemos agregar, sin duda, un sistema de gradualidad de aplicación del aumento de patentes que, por ahora, no está propuesto, porque dependerá de la propuesta definitiva que podamos definir. En ello también deseamos recibir sus sugerencias.

Queremos contar con sus apreciaciones y opiniones. Queremos discutir, analizar alternativas, perfeccionar la propuesta y, ojalá, lograr un acuerdo que nos permita sacar este tema y el proyecto de ley en su totalidad lo antes posible. En esto sería lo más recomendable contar con la colaboración de los parlamentarios de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes de todas las bancadas, de modo de consensuar un acuerdo transversal que nos permita llegar a buen puerto. Nuestra meta es presentar esto en la cámara de diputados.

Yo sé que es poco tiempo, pero creo que los Sres. Diputados estarán de acuerdo conmigo. Sería lo más conveniente para la tramitación del proyecto que él culminara su primer trámite con este tema resuelto. Por ello, los insto a que hagamos el esfuerzo porque creo que el resultado lo podemos conseguir.

(15) Con este proyecto de ley nosotros pretendemos completar los elementos requeridos para implementar a cabalidad el modelo productivo definido para la actividad y que esperamos rija el nuevo impulso y la nueva etapa del sector que esperamos sea tan o más exitosa que la anterior. Pero la regulación sectorial y los esfuerzos de la industria no son los únicos actores en este engranaje. Hay un actor clave que es poco mencionado pero del que depende parte del futuro de la industria. Me refiero a los Gobiernos Regionales.

La salmonicultura es una actividad regional. Utiliza bienes nacionales de uso público, pero no cualquiera, sino aquéllos que presentan las condiciones favorables para el desarrollo de la actividad. De allí que la definición de las áreas apropiadas para la acuicultura sea un elemento esencial a la hora de determinar dónde puede instalarse un centro de cultivo.

(16) No se trata simplemente de definir un número de hectáreas, se trata de permitir la actividad en lugares en que ella pueda efectivamente desarrollarse. Pero además, debe considerarse que hoy el modelo incluye distancias ya no sólo entre centros de cultivo sino entre macro zonas, lo que implica que ese factor debe tomarse en consideración puesto que esto reduce enormemente la posibilidad de ocupación de sectores. Y no estamos hablando de más concesiones, la ley ya cerró la región de Los Lagos hasta el 2015 y estamos con este nuevo proyecto cerrando el acceso a Aysén hasta la misma fecha. Estamos hablando de mejorar la posición de los centros de modo de asegurar su mejor desempeño ambiental y sanitario.

En este sentido, la relocalización dará cuenta de la necesidad de prever nuevas áreas apropiadas para la acuicultura, especialmente en los casos en que sea recomendable sacar centros de cultivos desde lo que sea definido como corredor entre macro zonas.

La zonificación de Aysén demoró cuatro años en levantarse. La de Magallanes, alrededor de dos, porque partió antes de la ley 20.434. Y todavía no culmina con su decreto. Entonces ¿cómo podemos avanzar a ese ritmo en una industria que se está levantando que cuyo nuevo modelo requiere de sectores para ampliar las distancias sanitarias? En esto deseo plantear a los gobiernos regionales la necesidad de actuar con pragmatismo y eficiencia, sin dejar de lado su rol integrador de los diversos sectores regionales en la visión de la zonificación.

Porque como dije antes, la crisis afectó a un inmenso número de familias, nos vimos enfrentados a una lamentable situación de desempleo y eso no lo podemos repetir. El nuevo modelo depende de nuevas áreas cuyas propuestas elaboraremos con información técnica fundada y para un objeto preciso: implementar el nuevo modelo despejando, en primer lugar, los corredores que son nuestra primera tarea. En ese sentido solicitamos no extender excesivamente las discusiones y avanzar con un ánimo constructivo en pos de una actividad tan legítima como otras y donde, desde ya, comprometo la plena disposición de la Subsecretaría a colaborar para salvar cualquier observación o dificultad que sea constatada en las propuestas que a futuro enviemos a su consideración, una vez que tengamos estudios que así lo recomienden.

Pero esto no es todo. Una actividad como la salmonicultura que depende de una serie de servicios asociados y, por ende, está sometida por diversas vías a distintas, casi innumerables regulaciones y servicios, requiere una línea clara y una Administración Pública coordinada. Por ello, se requiere una actividad coordinada de las instancias nacionales con las regionales y las regionales a nivel sectorial y en todo ello debieran colaborar las autoridades regionales.

Asimismo, se requiere una infraestructura que satisfaga las necesidades de la industria, las que se incrementan con las nuevas exigencias sanitarias puesto que la idea es que se tienda a contar con áreas que puedan operar autónomamente y así no influenciarse una a otras desde el punto de vista sanitario.

Para ello, se requiere coordinar la inversión pública en materia de infraestructura vial, portuaria y de aeropuertos, así como también aquellas que permitan la instalación de plantas de proceso y de empresas de servicios en zonas donde ellas actualmente no existen y se facilite además el asentamiento adecuado de los trabajadores de esta industria así como de aquellos que eventualmente se desplazarán hacia zonas menos pobladas que requieran mano de obra y que evidencian desde ya mayor cantidad de carencias. En este sentido, la planificación del desarrollo urbano regional es de vital importancia.(VOLUNTARISMO).

(17) La industria ya está presente y debemos prepararnos para su mejor desarrollo, no sólo de las actividades productivas sino también de las condiciones para que la gente que trabaja en ella le sea atractiva su permanencia en la región. Y estoy hablando derechamente de generar las condiciones para las familias de los trabajadores: colegios, viviendas y las otras que permitan la provisión de servicios y el comercio.

Reconozco que es un tremendo desafío pero también es una hermosa tarea. Aysén debiera asumir a la brevedad estos puntos que he planteado como objetivos. Porque sabemos que se produce en Aysén pero se procesa en Los Lagos con la consiguiente pérdida de beneficios para la primera. Pero ¿es sólo responsabilidad de la industria? ¿qué hemos hecho para propiciar la instalación de los servicios asociados a la industria en la región? Más aún ¿qué estamos haciendo?

El PIB regional en Aysén hace mucho tiempo está determinado por la actividad acuícola. Sin embargo, el Estado ha sido lento para acelerar las inversiones públicas destinadas a facilitar la actividad de la industria. Sin duda, que el Gobierno del Presidente Piñera ha ido revirtiendo esta situación. Prueba de ello es la decisión de completar el tramo que falta de la carretera austral y aumentar el ritmo de pavimentación de la misma.

(18) Ahora bien, no vine aquí a hablar sólo de lo que otros órganos del Estado deben hacer sino de los desafíos del sector. He dejado para el último punto de mi presentación, lo que yo visualizo como los grandes desafíos del sector público de acuicultura en los próximos años.

En primer lugar, y esto ha quedado claro en el tiempo que llevo de Subsecretario: implementar a cabalidad el nuevo modelo productivo para la industria que nos garantice un futuro auspicioso para la actividad, así como ir generando las modificaciones y perfeccionamiento que sea necesario para su mejor funcionamiento. A ello hemos dedicado todos nuestros esfuerzos desde que asumimos en marzo de 2010.

En segundo lugar, desarrollar una estrategia fiscalizadora que nos permita dar cuenta del estado de cumplimiento de la normativa por parte del sector. Es de vital importancia que nosotros sepamos cómo va la industria desde el punto de vista del cumplimiento a fin de priorizar aquéllos puntos débiles y permitir exhibir los resultados a la ciudadanía de modo de aportar por esta vía con la transparencia de la gestión y mejorar la imagen de la industria, porque seguramente los que cumplen deben ser más que los que no lo hacen.

En tercer lugar, debemos desarrollar un modelo de investigación que sustente la regulación y el monitoreo que debemos realizar periódicamente, con la definición de líneas estratégicas claras. Esta es la labor que se está realizando en el grupo de trabajo de la mesa del salmón de investigación y ciencia será un aporte muy positivo. Asociado a esto, debemos adoptar una decisión en torno a la institucionalidad para la investigación en acuicultura que garantice que ella sea científica, de calidad, transparente y oportuna.

En cuarto lugar, y en términos más amplios, deseamos dejar instaurada por ley la Subsecretaría de Acuicultura que haga realidad esta larga aspiración que ha tenido el sector de contar con una autoridad política que pueda hacerse cargo de las demandas de la actividad en forma exclusiva y así atender oportunamente las enormes tareas que requiere el sector en esta nueva etapa. Sí, porque las tareas son enormes: orientar el proceso de levantamiento de demanda de investigación para la regulación, elaborar las nuevas regulaciones, hacer seguimiento de indicadores de las actividades y de las variables ambientales y sanitarias, mantener la coordinación con el sector que es cada vez más heterogéneo y complejo, ya que la acuicultura en mucho más que salmonicultura. Por otra parte, la Subsecretaría se alza además como actor sancionador en los casos de las infracciones más graves lo que implica una tarea delicada que requiere de procedimientos claros, transparentes, que dé plenas garantías a los actores y que dé cuenta de resultados en forma oportuna.

Además, se requiere mantener la coordinación con diversos servicios a nivel nacional y regional: Servicio Nacional de Pesca, Armada, Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, Servicio de Evaluación Ambiental, Superintendencia Ambiental, Ministerio de Medio Ambiente, Servicio de Salud, Servicio Agrícola y Ganadero, etc. A nivel internacional el requerimiento es cada vez mayor, sea por foros permanentes como FAO, OIE y OCDE como por los mercados de destino y sus regulaciones sanitarias que pueden afectar a nuestros productores así como el apoyo a la industria en los casos en que lo requiera a nivel internacional. Es nuestra preocupación porque tenemos una tarea importantísima pendiente. Mejorar nuestra inserción en el mundo estando a la vanguardia del conocimiento en materias ambientales, sanitarias y realizar un permanente seguimiento de lo que ocurre con nuestros principales mercados de destino para prevenir eventos del pasado. Para ello debemos mantener una alianza público-privada que nos permita llevar adelante un diálogo fluido con las autoridades de los países destino de nuestros productos.

En esta misma línea hemos querido tomar contacto con los principales países productores del salmón, de modo de abordar las preocupaciones comunes en el ámbito sanitario, ambiental, de incremento de mercados para lo cual hemos convocado a un encuentro con las autoridades noruegas, de Islas Faroe, Canadá y Escocia para constituir un grupo de trabajo permanente en estos temas y que esperamos poder concretar en Chile el próximo año con la visita de la ministra de Noruega.

Finalmente, y como un desafío que forma parte de un esfuerzo mucho mayor pero en el que nos sentimos especialmente comprometidos, es en mejorar el consumo nacional de productos del mar y, en este caso, yo diría de la salmonicultura. Pero esto va más allá de las bondades nutricionales del producto, que es el primer objetivo de esta labor, sino que en este caso además es una forma de acercar a los nuestros a un producto nacional: me gustaría ver salmón en las raciones de nuestros niños en las escuelas, consumido por nuestra gente a nivel local, que ello nos lleve a que la comunidad se sienta orgullosa de este producto y su industria, que surja el reconocimiento de sus bondades y que se convierta en un ejemplo como el vino chileno.

Eso requiere tiempo y dedicación, pero me parece que en el cúmulo de labores que desarrollamos para hacer grande esta industria no puede faltar acercarla a su gente, especialmente a la de las regiones en las que está instalada y que debiera ver a esta industria como un agente positivo, como un buen vecino.

Los insto a que trabajemos en ese sentido.

Para terminar deseo manifestar a Uds. la satisfacción que personalmente siento al ver que hemos sido capaces de revertir una situación dolorosa y retomar la senda del éxito. Pero también quiero plantearles la necesidad de detenernos periódicamente a examinar, conversar, analizar cómo lo estamos haciendo, el sector público y el privado, de modo de no desandar lo andado y no desviarnos del camino de la sustentabilidad que, en esta industria, quedó claramente demostrado en los hechos, que es el único camino del éxito.