viernes, diciembre 30, 2011

El Proceso de elección vocacional


por Evelyn Carrasco
Académica USS


  • En el período previo al ingreso a la Educación Superior, los estudiantes realizan de manera más o menos consciente el proceso de decisión vocacional. Sin embargo, es común que se vea afectado por variables externas o internas, que hacen que el estudiante se frustre, se desmotive e incluso desista de la carrera elegida.

La vocación es el resultado de una construcción personal histórica consciente e inconsciente. No es un ‘suceso’, sino un proceso complejo que se nutre de las experiencias desde los primeros días de vida. Así lo explica la psicóloga educacional del Centro de Rendimiento y Apoyo al Estudiante de la Universidad San SebastiánCREAR-USS, Evelyn Carrasco. “Es relevante entender que esta construcción es dinámica, se lleva a cabo a diario y nunca termina. Continuamente elegimos entre múltiples opciones vocacionales, en la escuela, en la Educación Superior y en la vida laboral”.

De acuerdo a la especialista, algunas de las variables que afectan la toma de decisiones en este nivel son:

• Bajo autoconocimiento

• Actitudes familiares poco facilitadoras de la decisión

• Escaso conocimiento de la oferta académica y alternativas de financiamiento

• Puntaje PSU fuera de las expectativas personales

• Proyección poco realista de la carrera

Para enfrentar esta importante decisión, la especialista recomienda a los estudiantes darse el tiempo para tomar conciencia del proceso, autoconocerse y reflexionar acerca de los aspectos que influyen en la decisión. Algunos de los más importantes son:

• Aspectos biográficos

• Intereses

• Aptitudes, habilidades y destrezas

• Sistema de valores

• Características de personalidad

• Información detallada y de primera fuente respecto de carreras e instituciones

• Expectativas personales de futuro

• Aspectos de la realidad familiar, socioeconómica y geográfica

En el último punto, muchos estudiantes plantean que su realidad familiar obstaculiza su elección vocacional. “Se siente presionados, porque les imponen qué elegir y porqué, lo que les produce rabia y angustia. Otras veces, el entorno invade con sobreprotección y pocas opciones de autonomía. Y hay casos en que, por el contrario, hay libertad total en el proceso, lo que le hace sentir poco acompañado y contenido. Esto agrava el sentimiento de miedo o confusión”, explica la psicóloga.

Frente a estos dilemas, es importante que el joven identifique el problema para generar alternativas de solución y poner en práctica la que le sea más satisfactoria. Para Evelyn Carrasco, “muchas veces, planificar un momento familiar de comunicación franca puede ser la mejor vía. Otras veces, cuando la comunicación está muy interferida o hay otras problemáticas, se puede requerir ayuda profesional. En todo caso, es positivo que el estudiante cuente con apoyo del orientador, de un profesor o un psicólogo”.

Algunas recomendaciones para hacer más fluido el proceso:

• Analizar cada uno de los factores expuestos y aplicarlos equilibradamente a la propia elección.

• Informarse sobre las alternativas del entorno (campo ocupacional, empleabilidad, etc.)

• Visualizar el tipo de trabajo que se desempeñaría al egresar.

• Conversar con profesores, alumnos y profesionales de las carreras para tener información de primera fuente.

• Mantener comunicación eficaz con la familia y amigos, compartiendo vivencias.

• No estudiar una carrera sólo por satisfacer expectativas de los padres, amigos o alcanzar un estatus.

• Cuando la duda persista, acudir a un profesional que pueda acompañar en la toma de decisión.