lunes, septiembre 05, 2011

Gracias, Felipe Cubillos


Emilio Inostroza Andrade
Director Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián


Sin mayor demora, Felipe Cubillos respondió positivamente a una invitación para compartir con alumnos de nuestra universidad su vida de pasión por el emprendimiento. Estaba deseoso de compartir, en particular, el llamado que sintió para apoyar a los damnificados por el terremoto.

Era mayo del 2010 cuando arengaba a los alumnos: “Nada que valga la pena en esta vida se puede hacer sin pasión”. Demostraba esa inmensa fuerza que proviene del interior y que se encamina hacia un propósito. “¡Busquen ese propósito!”, insistía con entusiasmo.

Pasión y energía van de la mano “trabajo inagotable que no se nota”.

El compromiso que va más allá de la participación se siente. Su compromiso era total en cada propósito fijado. Buscaba sabios consejos, conocimientos, competencias y capacidades, y construía valiosas vinculaciones para conformar estupendos equipos de trabajo, caracterizados por el entusiasmo y la mística para acometer grandes tareas.

Alegre, simple, con autoridad sobre mucha gente que lo apreciaba por lo que hacía y por lo que era, y no por el poder impuesto que para muchos es el único bastión que los sostiene en sus quehaceres.

Líder comprensivo, guiaba con el ejemplo en el afán de servicio, este servicio que se volcó en ayuda a los pescadores de Tumbes y en los colegios de Iloca y Juan Fernández, la misma isla que lo retuvo para la posteridad.

En palabras de Felipe “y si en el día de mi muerte me dan la opción de renacer, elijo ser Albatros y volar el Mar del Sur y mirar a los intrépidos navegantes que arriesgan sus vidas y dejan todo en busca de su sueño, en busca de su sueño imposible”.
Los alumnos de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián agradecen las lecciones de Felipe Cubillos.