miércoles, septiembre 07, 2011

Cómo explicar a los niños la muerte de un ser querido


Durante los últimos días, el país completo se ha conmocionado con el accidente aéreo donde murieron 21 personas. Varios de ellos eran padres y madres de niños pequeños, por lo que muchos se preguntan cómo enfrentar con ellos este proceso y el duelo. Aquí algunas recomendaciones.

En estos días en que el país está conmovido por la muerte trágica de 21 compatriotas, las familias habitualmente se ven enfrentadas a responder preguntas y dialogar junto a sus hijos las ideas y creencias que tenemos ante la muerte. Nos hacemos en estos casos, las mismas preguntas: cómo contarlo, dónde, en qué momento, quién es la persona más indicada, cómo contenemos después al niño o niña, en fin, un sin número de preguntas que muchas veces no sabemos cómo responder.

Loretto Torres, Académica de la carrera de Psicología de la Universidad San Sebastián y especialista infanto-juvenil, afirma que es distinto enfrentar la pérdida afectiva de alguien a quien quiero, conozco y es parte de mi vida, que hablar de la muerte en relación a los sucesos que observamos a diario en los medios de comunicación, por lo cual las precauciones a tomar varían.

Las características para enfrentar el fallecimiento de nuestros seres queridos o conocidos repercutirán en nuestro estado emocional en forma distinta, dependiendo del tipo de vínculo afectivo y cercanía emocional. “El dolor de la pérdida es mayor a medida que aquellas personas que perdemos son parte de nuestra familia. También hay que considerar, si ésta es algo esperado luego de una enfermedad o en otros casos es un suceso imprevisto que rompe e irrumpe en nuestras vidas como una crisis”, comenta la especialista.

Poco hablamos los adultos de la muerte, más aún con nuestros niños. “Sin embargo, como es parte del vivir también debemos abordar este tema con ellos, a medida que consultan en lo cotidiano. En algunas situaciones sucede que no hemos realizado este diálogo con ellos cuando sin darnos cuenta estamos enfrentado el fallecimiento de un ser querido, lo que complejiza el abordaje del tema”, explica la psicóloga.

“Elaborar el dolor y la pena del distanciamiento pasa por reconocer nuestras emociones y dar espacio para conversar con los más pequeños considerando hablar con claridad respecto a lo que sabemos que sucedió. Si no hay claridad de ello, es importante manifestar también que para el adulto es incierto. No hay que olvidar que cuando las familias se enfrentan al fallecimiento de abuelitos, hermanos, madres o padres, están todos heridos. Nadie espera en estas ocasiones que los adultos estén enteros, sin mostrar su pena. La elaboración del duelo y la pena no significa olvidar sino aprender a vivir con el otro en mi interior a través de los recuerdos, de aquello que nos gustaba compartir, de lo que hacíamos juntos”, apunta Loretto Torres.

Algunas veces, los adultos consideran que los niños por su edad no están preparados para asistir a los ritos propios de la despedida de nuestros seres queridos. Si bien cada caso es particular, la especialista infanto juvenil asevera que es recomendable que también ellos acudan a estos espacios. “Los ritos del velorio y del funeral nos permiten estar presente, acompañados por quienes compartieron el cariño hacia la persona y hacia uno, y además nos permite concretizar la despedida. La despedida emocional de nuestros seres queridos es importante tanto para los adultos como para los niños. Por tanto, si es posible, es necesario que estén presentes independientemente de su edad. No hay trauma de la muerte, si es vivida con la esperanza de la despedida hacia un reencuentro”, puntualiza la psicóloga.

Loretto Torres explica además que en su experiencia de trabajo, “siempre me ha sorprendido la sabiduría de los niños para hablar de la muerte y de sus creencias con frases como “está en mi corazón “, “me acompaña desde el cielo”, “se fue a las estrellas”, lo que nos dice que poseen sus propias concepciones de la muerte que los adultos debemos escuchar y respetar”.

Ante la pregunta del niño de qué sucede después de la muerte, es importante que los padres –según sus creencias- les expliquen a los niños considerando sus valores, religión y experiencia.

Finalmente, la psicóloga afirma que elaborar la pena de la pérdida de un ser querido con un niño es también la posibilidad que tiene la familia de reunirse a compartir sus dolores, transformado la pérdida en una ganancia emocional a través del reconocimiento del amor y el cariño que se tiene. “Entonces más que pérdida del ser querido, la situación se transforma en una experiencia de aprender a vivir con el otro de otra manera, puesto que siempre estará presente en la familia en el reconocimiento del afecto y el amor”, finaliza.

Algunas recomendaciones

1.- Escuche a los niños acerca de las representaciones que han construido acerca de la muerte.

2.- No eluda las preguntas de los niños ante la muerte en lo cotidiano. Sus respuestas deben ser sencillas y claras, e intente responder sus inquietudes de acuerdo a la edad que ellos tengan.

3.- Si enfrenta el dolor del fallecimiento de un familiar cercano y querido por sus hijos, converse con él, infórmele de lo que ha ocurrido. Ojalá estén todos los hijos reunidos para dialogar.

4.- Otorgue espacio para la pena, tanto la propia como la de sus hijos. No es necesario que los adultos realicen el esfuerzo de “mostrarse fuertes”. El acompañarse en el dolor a veces no requiere palabras, basta un abrazo.

5.- Permita que el niño asista a los ritos de la despedida. Este espacio cultural, nos permite tener un espacio psicológico y tiempo para vivenciar lo que está ocurriendo.

6.- No hay un tiempo de elaboración del duelo que sea fijo e inmutable. Si usted observa que sus hijos experimentan cambios bruscos en su comportamiento o en su forma de actuar en lo cotidiano consulte a algún especialista.

Frase destacada:

“Más que pérdida del ser querido, la situación se transforma en una experiencia de aprender a vivir con el otro de otra manera, puesto que siempre estará presente en la familia en el reconocimiento del afecto y el amor”