Cristian Calisto
Académico de Ciencias y Biología
Universidad San Sebastián
A la luz de los últimos acontecimientos que ocurren en el país respecto del conflicto estudiantil, vale la pena preguntarse ¿qué tipo de educación queremos? A esta pregunta podemos sumar otras: ¿qué tipo de alumno(a) queremos formar? ¿qué visión tenemos de la sociedad que queremos construir?¿qué valores queremos entregar como sistema educacional y como sociedad a nuestros jóvenes?
La respuesta a estas preguntas, que deben surgir de un gran debate nacional, sin duda serán luces que ayuden a ver ¿qué tipo de sistema queremos fomentar?¿en qué tipo de educación creemos? Por tanto, al decir abiertamente que queremos una educación gratuita para todos, sin exclusiones, debemos anteponer el ¿para qué? O preguntarnos si la educación gratuita asegura en sí misma una educación de calidad. La respuesta es evidente. Entonces qué tenemos que hacer para que nuestra educación sea de calidad? La respuesta pasa necesariamente por nosotros, los Profesores, y en cómo somos capaces de mejorar y muchas veces cambiar nuestros paradigmas pedagógicos, con una sólida formación profesional de base, que conduzca al dominio disciplinario y acompañamientos profesionales que busquen el perfeccionamiento constante de los docentes, no solo su supervisión y evaluación, muchas veces punitiva. No es sólo un tema de recursos, es también un tema de gestión. Por tanto, para tener buenos gestionadores, también tenemos que tener buenos Directores-Instructores.
Es necesario inyectar mayores recursos, qué duda cabe, si solo invertimos cerca de 1/3 de los recursos que invierten países de la OCDE en enseñanza media, la pregunta nuevamente es para qué y en qué queremos invertir los fondos de todos los chilenos.