por Niksa Cottenie
Directora de Psicología
Universidad San Sebastián
Muchas veces hemos sentido que la vida nos da la espalda y que nuestros esfuerzos se desvanecen, que todo lo que iniciamos no resulta y que en definitiva, hemos fracasado… ante ello, pensamos que es mejor mirar para otro lado y dar vuelta la página. Sin embargo, esta actitud de querer borrar el error nos aleja de la más importante oportunidad de aprendizaje, pues el miedo a repetir el error nos impide encontrar caminos distintos para superar las dificultades. Por ello, cuando algo no nos resulta, la invitación es a concentrar nuestra mirada en tres puntos fundamentales: primero, analizar las estrategias utilizadas y qué resultados dieron; segundo, generar la mayor cantidad de alternativas posibles para ser puestas en práctica, y tercero, asumir que el fracaso tiene solución y disponerse a generar los cambios que nos permiten atraer los resultados que necesitamos. Así capitalizaremos el error como beneficio, formándonos y entrenándonos para potenciar nuestras actitudes positivas, hacia la vida, los demás y nosotros mismos. Los caminos están abiertos, el logro de metas significativas depende de las posibilidades que visualicemos… como plantea Lincoln Steffens “Todo el mundo está por hacerse o por terminarse. Todavía no se ha pintado el mejor dibujo ni se ha cantado la mejor canción ni se ha escrito el mejor poema”… quizás hoy sea el día para iniciar una nueva ruta, un nuevo desafío, una nueva forma de enfrentar las vicisitudes de la vida, en la medida que decidamos hacernos cargo de cada oportunidad de aprendizaje.