Nicole Chaigneau V.
Secretaria de Estudios Psicología
Universidad San Sebastián.
Esta semana se conoció el Índice de Calidad de Vida de la Vejez, que informa un incremento en el bienestar subjetivo de los adultos mayores en Chile. A partir de los resultados obtenidos en la segunda Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez, se destaca que la mayor satisfacción que experimenta este grupo se relacionaría con la posibilidad de mantenerse activos y desarrollar actividades significativas. Estas conclusiones presentan un aporte a la comprensión de los factores que influyen en un adecuado envejecimiento.
Aunque socialmente exista todavía una sub valoración de la vejez, sustentada en un modelo que privilegia el dinamismo y la jovialidad, asociándolos con características propias de épocas previas de la vida; se puede establecer que esta etapa del desarrollo constituye en realidad un tiempo privilegiado para integrar los aprendizajes obtenidos y disfrutar del mayor tiempo libre en actividades significativas.
Desde aquí surge la necesaria diferenciación entre la edad cronológica, innegable, y la edad social; que es subjetiva, percibida por el propio individuo o por su entorno cercano. La jovialidad proviene de una fuente que habría que buscar en el interior de las personas y no en sus características externas. La forma en que los adultos mayores procesan sus experiencias, da cuenta por una parte del valor que le aportan a su propio envejecimiento, y por otra determinarán la apertura y flexibilidad con que enfrentarán esta edad.
Pudiese ser que a medida que aumenta el grupo poblacional adulto mayor, se esté generando una mayor consciencia respecto a la necesidad de mantenerse activos en la búsqueda del propio bienestar, ejerciendo el derecho a vivir plenamente la propia existencia. Para ello es necesario disminuir limitaciones que provienen de las expectativas de los demás y muchas veces, de obstáculos provenientes de la propia mente.