- Reconoció además que “si los dirigentes no hubiesen explicado sus razones en el sentido que necesitaban que la ley se aprobara para salvar su fuente laboral, tampoco se hubiera aprobado”.
- Además, llamó a estar alerta a los sindicatos y a la sociedad civil. “Yo no quisiera pensar que esta Región está siendo tan castigada con el recorte del presupuesto, porque la reorganización y relanzamiento de la industria salmonera requiera mano de obra barata”.
Una clara y contundente exposición sobre el trámite de la Ley de Pesca y Acuicultura realizó este viernes en Puerto Montt el senador por la región, Camilo Escalona, diciendo que “el trámite empezó con presagios oscuros, y este proyecto de ley requirió una fuerte voluntad política para que fuese aprobado y esa responsabilidad fue del gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet”.
“Había tres tipos de opositores al proyecto: los ambientales, por las consecuencias generadas por la sobre explotación del recurso; los opositores del punto de vista sanitario, por las consecuencias obvias por la crisis sanitaria vivida por la industria y uso indiscriminado de antibióticos; y los había del punto de vista laboral, por los precarios estándares que se vivían”.
Agregó un cuarto elemento, como fueron “los opositores del punto de vista jurídico, relativos a la definición del carácter de la explotación como concesión, si las concesiones constituían o no propiedad sobre las aguas, entendiendo que las aguas en el país son propiedad de todos los chilenos, y son un bien nacional de uso público”.
Escalona se refirió también a la Ley de Pesca y Acuicultura aprobada el año 91, diciendo que establecía suficientes resquicios para que la ley entrara en contraposición a la Constitución, y “muchos pretendiesen que la concesión establecía una propiedad sobre un bien de uso público”.
El quinto elemento fuera del parlamento era la Pesca artesanal, “que entendía que algunas disposiciones de la ley atentaban directamente contra los derechos de la pesca artesanal. Era un actor importante y con una gran audiencia en el parlamento, por lo que era una opinión muy escuchada”.
Insistencia del gobierno de Bachelet
Enfático, dijo que “este proyecto se aprobó por la insistencia del gobierno de la Presidenta Bachelet, de resolver los problemas de la industria, con el propósito de salvar las fuentes laborales”.
Explicó que los datos que había eran muy evidentes. “La Oficina municipal de intermediación laboral (OMIL) de Puerto Montt tiene 14 mil inscritos; la suma de las 10 comunas de Chiloé, son más de 11 mil, aunque podría ocurrir que algunos se repitan, no hay que perder de vista que la suma total que es muy elevada”.
Otro punto generado por la industria fue la incorporación masiva de la mujer al trabajo, agregando que con la crisis, quien más ha sufrido es precisamente la mujer, por la situación en que quedan al estar desempleadas y ser jefas de hogar.
“Atendiendo esta realidad el gobierno de Bachelet venció la resistencia de los parlamentarios, que no querían favorecer la aprobación del proyecto”, porque un número significativo de estos parlamentarios, especialmente de la antigua combinación de gobierno, entendían que la ley favorecería a los industriales “que tenían una gravísima responsabilidad medioambiental, sanitaria y laboral”.
El legislador aseveró que para este fin “el gobierno de Bachelet puso su autoridad política sobre su colación, con el propósito que esta ley fuera aprobada”.
Importancia de los dirigentes sindicales
Además el senador Escalona reconoció el papel de los dirigentes sindicales en esta tarea. “Si los dirigentes, como la Conatrasal, entre otros, no hubiesen concurrido al parlamento y explicado sus razones en el sentido que necesitaban que la ley se aprobara con el objeto de salvar su fuente laboral, tampoco se hubiera aprobado”.
Dijo que “quiero ser claro, porque si no esto se pierde: creo que hay una soberbia del sector empresarial, que entiende que esto simplemente fue porque lo pidieron: la ley se aprobó porque los trabajadores la pidieron”.
Por supuesto primaron estas argumentaciones en el parlamento, dijo, a pesar del disgusto de muchos que creían que “esta ley se aprobó con un criterio economicista, pero finalmente se aprobó una ley que tenía como propósito reavivar la industria, pensando en las decenas de miles de empleos que se generan de manera directa o indirecta”.
Recordó que en ese momento como presidente del Partido Socialista, “el partido de la presidenta Bachelet, me correspondió ser parte de quienes debieron asumir frente a la región y a muchas personas, como los críticos del proyecto y de la industria del salmón, la responsabilidad de solicitar los votos necesarios para abrirle paso a este proyecto de ley”.
Difícil aprobación de la ley
El legislador por la región sostuvo que aprobar la ley “fue sumamente difícil, por la fuerte resistencia generada por los abusos laborales y la persecución sindical; por los reiterados esfuerzos del sector para que no haya un interlocutor del mundo sindical; por la experiencia de muchos que para organizar sus sindicatos, tienen que hacerlo prácticamente semiclandestinos, porque si no muchos empleadores se informan que se está formando un sindicato y antes que se logre organizar, proceden a la exoneración de sus puestos de trabajo”, sostuvo.
Con fuerza, dijo que fue un defensor de la ley “e incluso asumí la impopularidad pública, así que puedo hablar con autoridad moral de alguien que trabajó para que esta ley se aprobara”.
Expresó que esta ley se aprobó contra un clima social de mucha distancia “respecto a lo que estaba en discusión por los malos estándares laborales. Tanto es así que el artículo 4º estableció por unanimidad algo que no había sido testigo desde el año 90 en el Congreso, pese a que hay una fuerte bancada que cree que los problemas del mercado se resuelven por sí solos y consideran que los sindicatos son elementos desorganizadores del mercado: el artículo 4º transitorio aprobó por unanimidad el establecimiento de un estatuto laboral para este sector. Lamentablemente el gobierno de Bachelet se acabó y ahora hay un nuevo gobierno, y lógicamente los dirigentes tendrán que estar alertas al tipo de reglamento que se va a publicar, que la ley obliga a hacerlo, y que los dirigentes solicitaron se incluyera para garantizar mínimos del punto de vista laboral”.
Además Escalona destacó la aprobación para que se obligue a la Subsecretaría del Trabajo a entregar “un 20% de recursos de los fondos de capacitación, para que haya una escuela de capacitación del movimiento sindical de la industria salmonera”.
El senador PS puntualizó que la ley incluyó aspectos “sin precedentes”, por cuanto estos temas se aprobaron por “unanimidad, es decir, la totalidad de las bancadas acogieron los puntos de vista presentados por la representación sindical, por considerar que había un déficit demasiado severo, en lo que se refiere a las normas laborales, hoy universales”.
Tarea de sindicatos y de la sociedad: evitar abaratamiento del trabajo
El senador Camilo Escalona mostró también su preocupación por el severo recorte presupuestario del Ejecutivo a la región, que afecta al gasto social y que se contabiliza en cerca de 50 mil millones, según la información parcial que se conoce “porque no se ha entregado ninguna información oficial al parlamento”.
Estos afectan “severamente la inversión pública, que ataca directamente la capacidad del sector estatal de generar empleos, y por lo tanto entiendo que los sindicatos de la industria y la sociedad tienen una tarea muy importante, que es evitar el abaratamiento del trabajo”.
“Yo no quiera pensar – dijo- que esta Región de Los Lagos está siendo tan castigada con el recorte del presupuesto, porque la reorganización y relanzamiento de la industria del salmón, requiera mano de obra barata, pero no puedo dejar de expresar con dolor -porque este es mi país y lo quiero-, expresar este pensamiento en voz alta, porque es demasiado severo el recorte de presupuesto y son demasiadas las personas que buscan empleo, y en consecuencia los estándares laborales pueden severamente verse afectados”, dijo.
Finalmente, el senador Camilo Escalona sostuvo que todos saben lo que significa “cuando las personas están desesperadas: están dispuestas a aceptar condiciones leoninas, de abuso, que en condiciones normales no aceptarían”.
13 de mayo de 2010
Unidad de Comunicaciones
Oficina Senador Camilo Escalona