lunes, septiembre 14, 2009

Cuando el río suena oportunidades trae


Abriendo nuevos senderos para el emprendimiento

Hija y nieta de campesinos, y al igual que muchos habitantes del mundo rural de la comuna de Ancud, Enriqueta Cárcamo Straussmann lleva en la sangre la inventiva de los inmigrantes europeos y el tesón de quienes por siglos han trabajado en los campos y mares de Chiloé.

Con sus hijos en la universidad, esta emprendedora chilota ha debido multiplicar esfuerzos para generar recursos y dar un mejor pasar a su familia. Es así como junto a su marido decidió dar un giro a las actividades tradicionales del campo, como la ganadería y la explotación forestal de pequeña escala, apostando por dar valor agregado a las faenas tradicionales y atractivos naturales de su entorno. Enclavada frente al río Chepu, con una maravillosa vista al valle de los árboles muertos formado tras el terremoto y maremoto del año 1960, la vivienda de doña Enriqueta es hoy refugio para cientos de visitantes provenientes de los más diversos rincones del mundo, quienes cada año llegan hasta este sector rural de la comuna de Ancud, ubicado a pocos kilómetros de las siempre agitadas aguas del Pacífico, para disfrutar no sólo de su hospitalidad y de la buena mesa características del campo chilote, sino también de cabalgatas, excursiones de pesca y caminatas por bosques y playas.

UN RÍO DE OPORTUNIDADES

Presidenta de la Red de Turismo Rural de su comuna, doña Enriqueta sabe del apoyo que desde el Gobierno y la red de fomento se entrega a las buenas ideas de negocios, y en especial de las interesantes perspectivas que la actividad turística tiene para el desarrollo sustentable del territorio insular. Fue así como a comienzos de este año, esta esforzada ancuditana decidió dar un nuevo impulso a su microempresa de hospedaje y turismo activo, Senderos de Chepu, entregando a los visitantes la posibilidad de realizar paseos en bote partiendo desde el río Chepu hacia la desembocadura, o remontando el mismo curso de agua para llegar hasta la hermosa laguna Coluco, sitio de nidificación para decenas de especies de aves migratorias, y un interesante espacio de avistamiento y estudio para especies de mamíferos acuáticos como el huillín y el coipo.
“Nuestra principal motivación fue el uso del río que tenemos frente al lugar donde vivimos. También dar respuesta a la necesidad de traslado de la gente que viene por el Sendero de Chile, ya que hay un corte del sendero, y eso nos motivó a este proyecto del bote, además de brindar una atención especializada al turista”, comentó esta empresaria ancuditana para detallar la idea de negocio presentada este año al Capital Semilla, que en su versión Medidas Presidenciales premió el proyecto con tres millones de pesos. Con capacidad para ocho pasajeros y motor eléctrico para generar el menor impacto medioambiental posible, la embarcación adquirida con los recursos de SERCOTEC entregará conectividad a los amantes del trekking, que parten desde Chepu rumbo al Parque Nacional Chiloé a través del Sendero de Chile, convirtiendo un obstáculo natural, como es el caso del caudaloso río, en una promisoria oportunidad de negocios.

DESDE EL CHILOÉ PROFUNDO

Doña Enriqueta y su familia comenzaron informalmente a trabajar en el rubro turístico con la creación del ‘Maderocarril’, un simpático tren artesanal montado sobre rieles de madera con el que los visitantes pueden internarse en el bosque y conocer de una manera entretenida los secretos del Chiloé profundo. Junto a este fruto de la creatividad isleña, a las cabalgatas por las extensas playas del sector, y a la cordialidad y buena atención que esta familia campesina brinda al visitante, las excursiones en bote se convertirán en una gran oportunidad de hacer crecer el negocio de esta innovadora y constante empresaria chilota.