sábado, abril 04, 2009
Nueve puertos artesanales mejoran comercialización
Pescadores enfrentan la crisis convirtiéndose en empresarios
Desde la localidad osornina de Bahía Mansa hasta el austral puerto de Quellón, pasando por Hualaiué, Carelmapu, y otros puertos artesanales de la región de Los Lagos, miles de pescadores artesanales apuestan por dar un paso adelante en los procesos de gestión y comercialización de sus productos, transformándose en empresarios a cargo de administrar las instalaciones portuarias de sus localidades.
Representantes de nueve organizaciones de la pesca artesanal se reunieron este viernes en Puerto Montt, para participar de un seminario con el que SERCOTEC y la Fundación Chinquihue cierran un proceso de empresarización para la administración de los puertos de desembarque de la Región, un estudio de preconsorcio cuyo horizonte es la unión de los puertos en manos de la pesca artesanal con objetivos de gestión y comercialización conjunta. Se trata de un camino que sindicatos y otras organizaciones de gente de mar comenzaron a recorrer hace ya algunos años para mejorar sus niveles de ingresos, calidad de vida, y poder enfrentar de mejor manera situaciones como las que vive actualmente la economía global, un proceso que a futuro el representante de la administración del muelle de Quellón, Alberto Millaquén, calificó como una oportunidad de “desarrollo sustentable de las administraciones portuarias, un desafío que debería ser la hoja de ruta a seguir de aquí en adelante. Desde que el Gobierno entregó la infraestructura portuaria para que los pescadores las administren, ha sido un largo camino para generar el concepto de empresa dentro de la pesca artesanal. Si bien los armadores son microempresarios, esta es una empresa de mayor categoría, y según cómo se administren los recursos nos va a dar posibilidades de desarrollo y de mayor credibilidad ante los organismo estatales”.
Una visión similar tiene Patricio Díaz, representante de la administración del terminal pesquero de Carelmapu, quien comentó respecto a los objetivos de haber asumido este desafío: “Cada puerto tiene sus problemas, pero vamos a llegar a detectar las debilidades para fortalecernos y lograr la certificación de nuestros puertos. En el caso de Carelmapu tenemos una gran cantidad de productos, no tenemos problemas de sanidad y certificación de las aguas, y más que aumentar la cantidad de productos, queremos aumentar los precios por la calidad de los mismos. La idea es dar un valor agregado para por fin aumentar el nivel de ingresos de los pescadores artesanales”.
ACCEDER A NUEVOS MERCADOS
Junto a destacados expositores de áreas como la bioseguridad, tecnología y gestión empresarial, encabezó esta actividad el Director Regional de SERCOTEC, Nicolás Benko, quien valoró la nueva mirada que los pescadores artesanales tienen sobre su rol como empresarios en este nuevo escenario económico: “Hay un discurso distinto, de querer profesionalizarse para poder generar recursos de la administración de sus puertos. Eso nos insta como Gobierno para poder seguir apoyando y trabajando con ellos en el ámbito de profesionalización y aplicación de nuevas tecnologías para que puedan acceder a los mercados nacionales y extranjeros que ellos están buscando”, comentó Benko.
Por su parte, el Gerente General de Fundación Chinquihue, Jorge Gómez, comentó que el proyecto tiene como meta de largo plazo lograr la certificación de los nueve puertos participantes: “No es un tema fácil, ya que normalmente los puertos artesanales se trabajan de una forma no profesional, donde las medidas de control sanitario y de ordenamiento interno prácticamente no existen, pero estamos en este proceso de normalización en vías a posibles exigencias futuras del mercado europeo”, señaló.
Ambos personeros coincidieron en destacar que con este proceso y las proyecciones empresariales para la pesca artesanal que se abren desde esta perspectiva, la gente de mar tiene una mejor posición para enfrentar los tiempos difíciles, mantener sus fuentes de trabajo, y mirar con optimismo el futuro.