lunes, agosto 11, 2008
Discurso de despedida del Presidente del PS, Camilo Escalona, al Presidente de la Cámara de Diputados, Juan Bustos
9 de agosto de 2008.-
El Partido Socialista pierde a un hombre eminente. No hay dentro de sus hijos otra persona que haya contribuido como él al pensamiento jurídico en Chile como Juan Bustos.
Dejamos hoy, seguramente, a lo mejor que el socialismo fue capaz de entregar en el ámbito jurídico a Chile y al mundo.
Lo fue porque adquirió la condición de hombre universal. Sus textos, se estudian en América Latina, en España, en Europa, han sido traducidos a múltiples idiomas y son citados por figuras eminentes en altos estrados y en los más complejos juicios que hoy tiene el derecho en el mundo.
Sin embargo, Juan Bustos siguió siendo el hombre humilde, íntegro, honrado, responsable, que nació como nos enseñara su hijo, en un barrio humilde en la plaza Brasil.
Juan Bustos ese elevó por la fuerza de su pensamiento intelectual, a las alturas más complejas del pensamiento teórico en el ámbito del derecho.
Sin embargo, siguió siendo Juan Bustos, el hombre de siempre.
Volcó toda su pasión a la recuperación de la democracia, todo su intelecto a la defensa de los derechos humanos. Logró cambiar la historia de Chile al enjuiciar a Manuel Contreras y lograr su condena por el asesinato de Orlando Letelier.
Cambió la transición chilena cuando demostró que la justicia era posible.
Hoy somos más libres porque Juan Bustos, un hombre pacífico, logró ganar una batalla memorable en el ámbito del derecho.
Si tenemos hoy el orgullo de ser una democracia que se ha logrado reconstruir es porque Juan Bustos reconstruyó uno de sus pilares, el de la justicia, derrotando la impunidad.
Hoy, Juan, este hombre sencillo, este sabio, esta eminencia, ha logrado en su despedida ganar una última batalla, la batalla del reencuentro nacional.
Todos estamos despidiéndolo, de gobierno y de oposición, de izquierda, centro y derecha. Civiles y uniformados.
Yo como presidente del PS no puedo sino que emocionarme y enorgullecerme por haber sido amigo y hermano de una figura como él y que hoy las banderas del PS hayan flameado orgullosas bajo los acordes de la banda militar, que despedía a nuestro Juan.
Juan, sin proponértelo hoy, haz hecho una contribución notable a una Patria de hermanos.
Estaremos siempre en deuda contigo y te recordaremos y te llevaremos e nuestro corazón.
Descansa en paz.